"Los principales indicadores confirman las previsiones efectuadas con motivo de la elaboración del presupuesto de 2018, que ya apuntaban a que la demanda se estabilizaría. De hecho, la media anual de solicitudes ha descendido un 30% en relación con 2017 y se sitúa ahora en cifras de 2009", indican desde el Ejecutivo.
Además, el número de perceptores se mantiene constante, en torno a los 22.500, como a principios de año. Por todo ello, el gasto de este ejercicio se situará previsiblemente en 124 millones, lo que representa un incremento anual inferior al 4%, el menor desde la entrada en vigor de la ley del salario social básico.
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