En un comunicado, la Policía ha explicado que el reclamado se dedicaba a la producción y venta en la zona de Lokkalia de Oslo de cannabis. Igualmente en la zona de Meltzers, también en la capital noruega, el detenido produjo y almacenó una gran cantidad de plantas de cannabis, llegando a los 345 esquejes y 299 plantas para su posterior venta.
Tras instalar un equipo técnico adecuado, intentó cultivar 1.039 plantas que habrían rendido una total de unos 36 kilogramos de marihuana, sin embargo, su plan se vio frustrado cuando fue detenido por la policía noruega.
Por tales hechos y al encontrarse en rebeldía, las autoridades noruegas extendieron una Orden Europea de Detención y Entrega, imputándole los delitos tipificados relacionados con la salud pública y por los que podría ser condenado con hasta diez años de prisión.
Una vez confirmada la vigencia de dicha orden judicial a través de la Oficina Sirene, los agentes procedieron a su detención, realizándose los trámites documentales para ser puesto en el plazo de 72 horas a disposición de la Audiencia Nacional en Madrid.
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