Familias del CAPI de Santander respaldan al personal y al centro frente a la denuncia de un trabajador

  • Más de una treintena de padres de los menores que acuden al centro de atención a la primera infancia (CAPI) de Santander ha hecho público su apoyo y confianza en el personal y en el centro tras la denuncia que investiga el Juzgado de Instrucción nº 3 de Santander por presuntas vejaciones y maltrato a los menores.

Denuncia desvelada ayer por Izquierda Unida y que según el sindicato SIEP, ha sido presentada por un trabajador de cocina contra dos educadores y responde a un "enfrentamiento personal".

En una carta que han hecho llegar a Europa Press, los padres explican que "ya sabían del hecho" y que han seguido llevando a sus hijos porque confían en los trabajadores y por lo tanto en el centro, sobre el que nunca han tenido "el más mínimo atisbo de sospecha".

"Con sólo ver a nuestros hijos cómo acuden al centro y quieren a sus profesores incluso en la calle, no necesitamos más", afirman.

Añaden que sus hijos acuden al centro "con buenísima actitud", quieren a los educadores y "jamás han tenido lesiones, ni sufrido vejaciones ni malos tratos".

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