Las mujeres son las principales damnificadas por los delitos en Barcelona contra la seguridad personal, como por ejemplo robos de bolsos, carteras y teléfonos móviles o agresiones físicas y sexuales, entre otros. Así lo refleja la encuesta de victimización de 2017 que acaba de publicar el Ayuntamiento, que señala que un 20,1% de las entrevistadas dicen haber sido víctimas alguna vez de este tipo de actividades delictivas, porcentaje que se reduce 3,3 puntos, hasta el 16,8%, en el caso de los hombres. Las más jóvenes, las de entre 16 y 29 años, son las que más aseguran haberlas sufrido (31,5%), seguidas de las de 30 a 44 (22,6%).

El estudio muestra, sin embargo, que ellos son, aunque por poco, los más perjudicados por el conjunto de delitos –contra la seguridad personal, los vehículos, las viviendas y los negocios–, pues los han padecido el 26% de los encuestados, por un 25,2% de las encuestadas.

Apunta, además, que las víctimas de hechos delictivos han aumentado en Barcelona, ya que mientras que en 2016 afirmaron haberlo sido un 24,9% de las personas consultadas, en 2017 lo aseguraron el 25,6%. Se trata del segundo porcentaje más alto desde el año 1986, cuando llegó al 26,2%, y confirma que las numerosas protestas vecinales por el incremento de la inseguridad en Barcelona en los últimos tiempos tienen fundamento.

Entre las medidas que prevén el Ayuntamiento y la Generalitat para hacer frente a esta subida –acordadas recientemente en la Junta de Seguridad Local– está mantener el plan de choque del verano de la Guardia Urbana y redistribuir a los Mossos d'Esquadra en la ciudad para que haya más agentes uniformados en Ciutat Vella, la zona más conflictiva. Según la encuesta, en este distrito, el porcentaje de entrevistados que dicen haber sido víctimas se eleva al 36,6%.

Por tipo de delitos, los que afectan a la seguridad personal son los que más aseguran haber sufrido las personas consultadas (un 18,5% afirman haberlos padecido), seguidos de los que tiene que ver con vehículos (7,2%), viviendas (3,4%), segundas residencias (,1%) y negocios (0,6%).

El perfil principal de las víctimas, señala el estudio, es el de un hombre de entre 16 y 29 años, de la Unión Europea y con un nivel socioeconómico alto.

Los resultados de la encuesta también reflejan que, a pesar de ha subido el número de personas que dicen haber padecido delitos, han disminuido las que denuncian los hechos. Solo el 22,4% de las víctimas lo hicieron en 2017, el porcentaje más bajo desde 2013, cuando fue del 46,4%.

En el ranking de motivos por los que no se denuncia está, en primer lugar, que se cree que "la policía puede hacer poca cosa" (66%), en el segundo, que se piensa que es "complicado" (54,4%) y en el tercero, que se "confía poco en la justicia" (47%).

El estudio muestra, asimismo, que los barceloneses puntúan el servicio que ofrece la Guardia Urbana con una nota de 6,6 sobre 10, inferior a la que dan a los Mossos d'Esquadra (7,1). Sarrià-Sant Gervasi es el distrito donde peor se valora a la policía autonómica y Gràcia, en el que peor considerada está la municipal.

Mientras que, según la encuesta, la seguridad en la ciudad ha empeorado, ha mejorado levemente la convivencia. Las personas consultadas que en 2017 dijeron haber sufrido algún conflicto relacionado con este asunto en su barrio fueron el 14,7%, un porcentaje 0,7 puntos inferior al de 2016 y el más bajo desde 2014 (18,2%).

Los problemas por ruidos en las comunidades de vecinos y en la calle son los más habituales, seguidos de los que tienen que ver con los turistas y los apartamentos turísticos.