El hombre acusado de matar con una navaja a otro en el barrio del Zaidín el pasado 5 de enero de 2007 afirma que sólo quería intimidarlo y que actúo en legítima defensa con el arma que finalmente causó la muerte de la víctima, quien le había amenazado en varias ocasiones a raíz de un conflicto originado por unos pendientes de oro que le encargó una prima del fallecido. La Fiscalía pide 17 años de prisión, y también para el padre del acusado, que sujetó al fallecido mientras su hijo lo apuñalaba. Ambos ya han pagado una indemnización de 90.000 euros a la compañera y al hijo de la víctima.