Angela Davis: "El feminismo es la estrategia contra la opresión por razón de género, el racismo y el fascismo"

  • La filósofa estadounidense defiende un feminismo "amplio" que no puede ser otra cosa que "antirracista".
  • Esta en Madrid, donde el jueves da una conferencia del ciclo Mujeres contra la impunidad (La Casa Encendida).
Angela Davis, en Madrid, invitada por la Asociación de Mujeres de Guatemala.
Angela Davis, en Madrid, invitada por la Asociación de Mujeres de Guatemala.
Guzmán Infazón / LA CASA ENCENDIDA
Angela Davis, en Madrid, invitada por la Asociación de Mujeres de Guatemala.

Angela Davis continúa siendo una feminista radical negra comprometida con la defensa de los derechos civiles, casi cincuenta años después de ser encarcelada en California (EE UU) acusada como peligrosa terrorista por el FBI.

Si un día esta filósofa dijo que "el feminismo es la idea radical de que las mujeres somos personas", este martes —en su breve paso por Madrid para una conferencia este jueves por la tarde en La Casa Encendida— ha defendido que el feminismo es "estrategia para combatir la opresión por razón de género pero también contra el racismo y el fascismo".

Davis, un icono de la lucha feminista, sigue defendiendo que el feminismo no puede ser otra cosa que "antirracista" y "anticapitalista" e implicado en la lucha por los derechos civiles. "Un feminismo integrador y holístico". Porque ella no comprende, ha asegurado, que se pueda defender la justicia solo para un grupo determinado de personas y no para otros.

El feminismo que no es solidario con los migrantes, que no se moviliza contra el cambio climático, o por el bienestar animal, le parece a ella una "contradicción".

Como máxima exponente de la interseccionalidad, la unión de raza y género en la lucha feminista, y defernsora de la justicia social, Angela Davis sigue interpelada por un feminismo que prioriza los derechos y libertades de las mujeres en la parte inferior de la escala social, las de abajo, por encima del que prioriza a las mujeres que ya pueden tocar el techo de cristal.

En su breve comparecencia ante los medios de comunicación, Davis ha sido preguntada por el debate actual en el feminismo en España, cuál es el sujeto del feminismo y si es exclusivo de las mujeres nacidas mujeres o si se comparte protagonismo con las transexuales y transgénero.

"El feminismo debe ser tan amplio y espacioso como sea posible", ha considerado esta activista norteamericana.

Su reflexión ha ido más allá: "Cuando una analiza la violencia de género, tanto la íntima, como la pública como la institucional, las transexuales son siempre víctimas y eso debería de preocuparnos", ha señalado.

En este sentido, para la feminista estadounidense "la violencia de género es una pandemia global" que no puede entenderse desligada de la violencia institucional. "Hay una relación entre la violencia a nivel individual y la violencia de los Estados, no erradicaremos una si no desaparece la otra". En este sentido, ha aplaudido el enfoque de la denuncia de los feminicidios en México, "donde ya apelan claramente a la conexión entre la violencia doméstica y la institucional".

Angela Davis está convencida del poder del feminismo en el momento actual. Ha reivindicado el papel de las mujeres en la protesta pública contra las políticas de Donald Trump, a quién ha llamado 'okupa' de la Casa Blanca.

La mujer que una vez se presentó a vicepresidenta de los EE UU como candidata de la izquierda más radical ha lamentado que la presidencia de Trump esté empoderado a los fascistas por todo el planeta, y ha citado a Bolsonaro (Brasil), Duterte (Filipinas) o las corrientes de ultra derecha que emergen de nuevo en Europa. También ha lamentado "el viaje a la derecha de gran parte de la población en EE UU", que para ella resulta "devastador" porque, además de todo, implica "un racismo violento y explícito" en su centralidad.

El principal problema que tiene el mundo ahora, según Davis, es la lucha por los derechos de los migrantes y los refugiados. Y, respecto al futuro, cree que "las políticas alimentarias" centrarán proximamente otra de las batallas globales.

Ella, que dejó de comer carne en prisión "pero porque estaba podrida", cree que la defensa del buen trato a los animales no se gana con proselitismo sino con la concienciación, a base de desmontar engaños y demagogias.

"Yo dejé de comer carne, pero no quise imponer mis prácticas a otros", ha puesto de ejemplo. "Prefiero que la gente llegue a sus propias conclusiones, que sean conscientes de lo que conlleva producir lo que consumimos. Y no solo con los animales, sino también con las plantas. Si no, miren Monsanto, que ha colonizado el mundo y ha generado sus beneficios produciendo pesticidas cancerígenos".

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