Cuando tu casa es la oficina

  • Tener tu propio hogar como lugar de trabajo parece un chollo, pero puede ser una pesadilla.
  • Necesitas ser productivo y mantener un equilibrio con la vida personal.
Tener tu propio hogar como lugar de trabajo parece un chollo, pero puede ser una pesadilla. (Luis Frutos).
Tener tu propio hogar como lugar de trabajo parece un chollo, pero puede ser una pesadilla. (Luis Frutos).
Tener tu propio hogar como lugar de trabajo parece un chollo, pero puede ser una pesadilla. (Luis Frutos).

La imagen que viene a la cabeza al hablar de trabajar en casa, en zapatillas y sorbiendo un café, puede parecer idílica. Mucha gente estaría encantada de poder trabajar desde su casa. En Internet y en los periódicos se publican diariamente anuncios que ofrecen trabajar desde casa con beneficios extraordinarios: sin soportar desplazamientos ni pérdidas de tiempo innecesarias, organizando las jornadas con libertad, ¿qué puede haber de malo?

Dejando al margen las estafas que se suelen esconder tras fórmulas milagrosas, en un trabajo real hecho en casa hay algunos aspectos que hay que manejar, como la organización del trabajo, la comunicación con los clientes o proveedores, la separación de la vida personal de la profesional... para que esta fórmula laboral sea lo menos complicada posible.

Espacio de trabajo.- Lo primero que necesitas si vas a trabajar en casa es un espacio donde poder organizar todo el material que necesitas. Lo ideal sería disponer de una habitación para separar actividades y mantener esa distancia necesaria entre casa y trabajo.

Intendencia.- Si tienes que salir a la calle para mandar un fax, no estás haciendo un buen negocio. Disponer de todo el equipamiento necesario y mantener el orden de la zona de trabajo es indispensable.

Distracciones.- Para trabajar productivamente hay que concentrarse, y eso resulta difícil si hay gente interrumpiendo o timbres sonando constantemente. Conviene informar al resto de moradores y establecer un horario de trabajo.

Calendario de tareas.- Debes instalar, en lugar bien visible y actualizado a diario, un calendario de actividades. Trabajarás de forma eficiente y podrás decidir qué tareas tienen prioridad.

Registro de horas.- Es muy importante llevarlo al día, porque es la única forma de poder cobrar justamente por el trabajo. Además, permite ajustar los horarios y mejorar el rendimiento.

Horario firme.- Algunos prefieren las tardes o las noches para trabajar, otros a primera hora del día, cuando la casa está tranquila. Sea cual sea tu preferencia, debes obligarte a establecer un horario y mantenerlo fielmente.

Ventajas y desventajas

Es innegable el ahorro de tiempo en traslados que supone trabajar en casa, lo que genera un ahorro económico. También da más posibilidades de conciliar el empleo con otras actividades y puede suponer una mejora –y un nuevo ahorro– en alimentación. El trabajo que sea desarrolla en el propio hogr puede ser también más productivo. Hasta aquí las ventajas. Entre las desventajas está la posibilidad de que el trabajo inunde el espacio y el tiempo de la vida personal. O lo contrario, que la vida de la casa impida el desarrollo del trabajo. En casa se es más independiente, pero se tiene mucha más responsabilidad.

EN PERSONA

Guillermo Mora. 31 años, diseñador gráfico

«Trabajar desde casa no es ningún privilegio. No se parece a estar en casa todo el día, sino a estar trabajando todo el día. En la cabeza siempre están las cosas pendientes y el puesto de trabajo está ahí al lado. Es muy complicado concentrarse en casa, te levantas a comer algo, a recoger cosas de la casa, llaman al telefonillo… Desde hace bastante tiempo trabajo así y lo llevo muy bien, de hecho he tenido etapas peores. Esto tiene cosas positivas, pero también las tiene una jornada normal en una oficina, al final es lo mismo: trabajo».

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