El presidente de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), Miguel Gracia, ha asegurado que la repoblación rural en Aragón es posible porque, hace 50 años, familias de colonos lograron conquistar el desierto de los Monegros, formando el pueblo de Cartuja de Monegros, "con menos medios y recursos" que los que existen en la actualidad.

Gracia ha asistido este sábado, 20 de septiembre, a los actos programados para conmemorar el 50 aniversario de esta localidad perteneciente a Sariñena. Asimismo, se ha querido rendir homenaje a los colonos, aquellas primeras personas y familias que quisieron crear un hogar en "el desierto".

Hasta cuatro generaciones de vecinos, un total de 500 personas, se han reencontrado este sábado para celebrar el medio siglo de vida de la Cartuja de Monegros, uno de los pueblos más jóvenes de Aragón al que llegaron 80 familias de todas las comunidades autónomas.

La jornada se ha centrado en el descubrimiento de un monolito conmemorativo por parte del presidente de la Diputación Provincial de Huesca, que ha estado acompañado del alcalde de Sariñena, Francisco Villellas, de la alcaldesa pedánea Paquita Gil, y de la presidenta de la asociación que ha organizado los actos, Natalia Pérez.

En Cartuja de Monegros se ha puesto de manifiesto el fenómeno de colonización por su importancia económica, sociológica y territorial en el que puede ser considerado el movimiento migratorio más importante del siglo XX en España. Para Miguel Gracia, supuso nuevos paisajes con los regadíos, nuevas economías, nuevas costumbres pero sobre todo nuevas convivencias.

"El de hoy es un reconocimiento a una labor callada, que hasta ahora no había sido visible quizá por estar asociada al periodo cuando fueron creados", ha destacado Gracia, quien ha mostrado su orgullo de que el Galardón Félix de Azara haya sido un revulsivo para los 15 pueblos de colonización que también han creado una asociación.

DURO TRABAJO

Por su parte, el alcalde del municipio, Francisco Villellas, ha querido destacar el "duro trabajo y sacrificio que tuvisteis que hacer para sacar adelante a vuestras familias y al pueblo que hoy disfrutamos". También ha querido agradecer que los hijos de colonos decidan quedarse para "que haya un relevo generacional y demográficamente se esté logrando asentar población joven".

Desde aquel primer sorteo que tuvo lugar el 29 de julio de 1968 en el que llegaron los primeros colonos, sin servicios ni comodidades, se ha llegado a formar un pueblo con instalaciones, como el bar, la tienda, el consultorio médico y farmacia, calles asfaltadas, piscinas e instalaciones deportivas, además de mantener abierta la escuela con niños hasta sexto de Primaria.

Miguel Gracia ha considerado que la jornada ha supuesto "un día reconocimiento a esas personas que, viniendo de lugares y culturas distintas" consiguieron "conquistar el desierto". Además, ha defendido que se trata de un ejemplo que "nos debe servir para conocer lo que tiene que ser la repoblación rural".

MONOLITO

El monolito conmemorativo escondía una sorpresa porque, desde este sábado, el pueblo de Cartuja de Monegros cuenta también con su propio escudo, creado por el cantero Fernando Elboj que, en un bloque de piedra de 7.000 kilos, ha plasmado "los referentes más claros del pueblo en un proyecto que ha sido compartido con todos los vecinos".

En los diferentes cuarteles del escudo, se puede reconocer el vecino monasterio de la Cartuja de las Fuentes al que el pueblo está ligado, las estrellas de San Bruno, el patrón de la localidad y, según ha detallado el escultor, "también tenía que estar recogido qué supuso venir a estas tierras a trabajar".

La agricultura queda reflejada con la "tajadera" que se encuentra a la entrada del pueblo. La decoración floral que suelen tener este tipo de símbolos mira a los cultivos e introduce el trigo, entre otros.

MISA BATURRA

La jornada ha comenzado con una misa baturra y ha continuado con un pasacalles y música de la orquesta Nueva Saturno o Los Iguana. A lo largo de todo el año festivo, se ha organizado una ruta en bicicleta, un festival de rock, concurso de guiñote, actos en torno a la hoguera de San Blas, ruta senderista por la sierra, un mural colectivo y un libro que recoge los testimonios e imágenes de la historia de uno de los últimos pueblos de colonización.

La celebración de este sábado ha sido posible gracias a una asociación creada por este motivo formada principalmente por mujeres y que, tal como ha mantenido su presidenta, Natalia Pérez, se reunieron hace aproximadamente año y medio para preparar el 50 aniversario. "Hoy es un día en el que se muestra más que nunca la unidad que existe, es emotivo ver el reencuentro de familias de aquí y las que se han ido", ha concluido.