Según ha explicado en un comunicado la entidad ecologista este miércoles, la institución insular ha recuperado "con intensidad" esta metodología.
Desde el GOB han recordado que en 2013 el Consell adoptó un acuerdo interno para dejar de utilizar la fumigación masiva como sistema fundamental para el control de la vegetación en los bordes de carretera.
Durante los años posteriores el control de la vegetación se realizó básicamente con medios mecánicos, recurriendo a la fumigación solo a determinados puntos donde el desbrozado era técnicamente complicado o era un problema para la circulación de los vehículos.
"Desgraciadamente los últimos meses estamos asistiendo a una recuperación de las viejas prácticas, y hemos podido ser testigos de fumigaciones en varias carreteras donde la utilización de medios mecánicos parece bien viable", han lamentado.
Además, han recriminado que las salpicaduras pueden suponer una contaminación por deriva de los cultivos de fincas ecológicas, "lo que les implicaría la retirada de su sello ecológico durante dos años y por lo tanto graves perjuicios para los productores".
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