El Plan Integral para la Prevención del Absentismo va por buen camino. En los últimos dos cursos, el número de menores absentistas atendidos en la provincia se ha reducido a la mitad. Según la Delegación provincial de Educación, en el 2004-2005 los centros granadinos detectaron e intervinieron en 2.348 casos, una cifra que bajó a 1.530 al ejercicio siguiente y, aún más, hasta 1.119 casos el curso pasado, es decir, un 53% menos que hace dos años.

Se trata de actuaciones desarrolladas dentro de la propia comunidad educativa del alumno. Los padres, profesores y orientadores del colegio o instituto son los que actúan para corregir esa situación de abandono de las aulas. La gran mayoría de los casos se solucionan en este nivel, pero no todos.

En la siguiente fase son los servicios sociales comunitarios los encargados de resolver los casos, que también han descendido de los 586 atendidos hace dos cursos a los 352 del pasado. Aquí ya interviene la Delegación de Igualdad y Bienestar Social, ayuntamientos, asociaciones de padres y orientadores. Si el menor sigue sin acudir a clase regularmente será la Fiscalía de Menores la que se haga cargo de su caso.

Según Educación, el absentismo suele darse más entre hijos de trabajadores temporeros, que cambian con frecuencia de domicilio, y en familias con dificultades sociales. Pero también se detectan en la clase media-alta, entre niños que pasan mucho tiempo solos.

Los padres están satisfechos con el descenso pero aspiran a más. José Antonio Puertas, presidente FAPA Alhambra, la federación de APAS, cree que no se debe «bajar la guardia» hasta que no haya ningún caso. Apuestan por formar a los padres.

Sin ánimo de lucro

En Granada existen una docena de asociaciones sin ánimo de lucro que trabajan para erradicar el absentismo escolar. Muchas están relacionadas con la población de etnia gitana y realizan visitas a los domicilios de las familias afectadas para concienciarles sobre la importancia de la formación de sus hijos.

Lo hacen coordinados con los centros y con Educación. Tienen una buena acogida ya que los contactos se realizan de una forma más desenfadada para quitarle oficialidad.