Pulpí espera el visto bueno de Minas para licitar la segunda fase de adecuación de la geoda gigante

En declaraciones a Europa Press, el primer edil pulpileño ha explicado que la primera fase para el acondicionamiento de la galería ya ha finalizado tras la reposición de pilares de apoyo y la limpieza de la cavidad de acceso, que también se ha adaptado para hacerla más amplia y facilitar la entrada de los visitantes mediante la extracción de material.

Así, se ha adaptado la entrada hasta la geoda en un recorrido de unos 20 minutos que permitirán llegar hasta el monumento natural para su contemplación. Asimismo, la galería ofrecerá algunos espacios durante el recorrido para la exhibición de utensilios mineros y la zona del polvorín, que se hará transitable. "El objetivo es darle atractivo para explicar la historia de la minería", ha detallado.

La segunda fase conllevará, entre otros aspectos, la creación de una plataforma de entrada y el diseño del espacio desde donde se visualizará la geoda, en una galería ubicada a un nivel inferior. El objetivo, según los plazos estimados desde el Consistorio, es que la geoda pueda visitarse desde mediados del próximo año.

Las obras cuentan con un presupuesto de 498.891 euros, de los cuáles, 200.000 euros son aportados por la Diputación Provincial de Almería mediante un convenio de colaboración. Esta actuación supone una adaptación del proyecto inicial abordado junto a la Junta de Andalucía y que no llegó a materializarse, entre otros motivos, por su envergadura, ya que contemplaba un parque temático sobre la minería en torno al monumento.

La geoda gigante de pulpí se encuentra en la Mina Rica, ubicada junto a la barriada de Pilar de Jaravía en la Sierra del Aguilón. Fue descubierta en diciembre de 1999 por miembros del Grupo Mineralogista de Madrid.

Su espectacularidad se basa en su tamaño, de ocho metros de longitud por dos de altura, y por estar tapizada por cristales de yeso, algunos de los cuales llegan a medir casi dos metros. Su transparencia y estado de conservación la convierten en una joya de la naturaleza.

La geoda se localiza en uno de los niveles más profundos de la explotación minera, a más de 60 metros de profundidad. Su entrada tiene forma de embudo, con la parte más estrecha acodada en forma de 'L' y con unas dimensiones de tan solo medio metro de diámetro en el angosto tubo que sirve de acceso. Tras este estrecho paso, abierto artificialmente por los descubridores, se accede a la geoda, en sentido estricto.

A lo largo de sus más de 350 metros de galerías y tres niveles de explotación, los futuros visitantes podrán observar otras geodas de yeso de menor tamaño, con una mineralogía singular con cristales de yeso, celestina y barita, espejos de falla, plegamientos o espeleotemas.

Además, la Mina Rica cuenta con un importante patrimonio minero, ya que dentro de ella quedan numerosos elementos e infraestructuras de interés patrimonial, desde las jaulas por donde descendían los mineros, las herramientas de trabajo, o el polvorín, hasta cámaras de explotación de 25 metros de altura con pilares de sostenimiento de diversas morfologías, disposiciones y tamaños.