La Beckett no quiere bajar el telón

La sala de Gràcia quiere ampliar dependencias en pleno litigio por el contrato de alquiler de su local. La Sala Beckett, que abrió sus puertas en los años 80 en el número 55 de la calle Alegre de Dalt, no quiere bajar el telón e, incluso, ya ha iniciado «contactos» con las administraciones para ampliar sus dependencias, según reveló ayer su director artístico, Toni Casares, en pleno juicio por el contrato de alquiler de la actual sede.La vista se inició ayer en un juzgado de Barcelona. El propietario del edificio, la inmobiliaria Núñez i Navarro, y la sala de teatro discrepan en la interpretación del contrato. La Beckett cree que es indefinido y puede alargarse de manera forzosa. Y los abogados de los propietarios consideran que no es posible, porque el contrato establece explícitamente que no puede prorrogarse obligatoriamente. Según Casares, tras la compra del edificio, en la primavera de 2006, la inmobiliaria envió un burofax al teatro en el que les daba de plazo hasta el 30 de julio de aquel año para abandonar el local. La sala paga 1.600 1 al mes y, si se renegociase, pasaría a abonar más de 2.500 1. En cualquier caso, el litigio sigue abierto y en manos de la justicia.
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