La incitativa, defendida por el diputado de Cs Luis Fernández, pide una estrategia de desarrollo inclusivo que incluya medidas como el fomento del turismo rural inclusivo; la realización de cursos de formación para cuidadores no profesionales del entorno rural; el fomento del empleo inclusivo en cooperativas y empresas del sector agropecuario; y la entrega de incentivos para la creación de Pymes inclusivas en el entorno rural.

Además, la propuesta quiere fomentar el uso y garantizar la cobertura y la accesibilidad a las Tecnologías de la Información y la Comunicación en las zonas rurales; fomentar y desarrollar las infraestructuras de transporte, en especial del transporte sanitario, para facilitar la comunicación entre los núcleos rurales y los núcleos urbanos proveedores de los servicios necesarios para las personas con discapacidad; y la resolución de los problemas de la adaptación de la vivienda para las personas con discapacidad del ámbito rural.

Según el Programa de Desarrollo Rural de la Región, el 64,44% de los municipios son rurales, mientras que el 32,98 por ciento de la población reside en zonas calificadas como rurales. "Habitualmente estas personas reciben unos servicios de peor calidad que aquellas que residen en zonas urbanas, y los más perjudicados son las personas mayores y las discapacitadas", ha destacado Fernández.

En este sentido, Fernández ha resaltado que uno de los rasgos de las poblaciones rurales es el envejecimiento, producido por la emigración de la población joven y el aumento en la esperanza de vida de los mayores.

"Los habitantes de las zonas rurales cuentan con el hándicap de que los servicios públicos están condicionados por la dispersión geográfica, la escasez de infraestructuras y el hecho de que el transporte público es escaso, y en muchas ocasiones, inexistente", ha asegurado.

El diputado de la formación naranja ha reseñado que según la Encuesta Sobre Discapacidades, Deficiencias y Estados de Salud el 11,7 por ciento de la población mayor de seis años es discapacitada, mientras que en el caso de los personas mayores de 65 años, la cifra se eleva al 34,3 por ciento.

"Las personas discapacitadas que residen en núcleos rurales tienen importantes desventajas como el acceso a la telefonía y a internet; la participación en actividades sociales y culturales y el acceso a ayudas técnicas y a propia atención a la dependencia".