Según la Guardia Civil, el pasado 20 de febrero, un vecino de Camas informó al Seprona acerca de un "vertido continuado de aguas" residuales, desde hacía varios años, en una calle de la citada localidad, comprobando los agentes la veracidad de los hechos denunciados y descubriendo además una posible defraudación del fluido eléctrico y de agua.

Tras comenzar a investigar, los agentes descubrieron que los hechos se remontarían a septiembre de 2013, cuando los investigados "ocuparon unas viviendas vacías, vertiendo de forma continua y descontrolada las aguas residuales al patio interior del citado inmueble". Dado que el edificio carecía de acometidas a la red de saneamiento publico, las aguas residuales vertidas "se acumulaban en el interior del mismo, produciendo molestias a los vecinos colindantes del inmueble, además de provocar filtraciones y sobre todo el riesgo para la salud por la proliferación de vectores que pueden provocar enfermedades transmisibles".

Además, los guardias civiles descubrieron que los investigados habían estado conectados de forma fraudulenta a la red de suministro domiciliario de agua pública gestionado por la empresa metropolitana de aguas, Emasesa, y enganchados a través de una acometida ilegal a la red de fluido eléctrico gestionado por Endesa.

Avisadas tales empresas suministradoras, "se comprobó que los denunciados no poseían autorización" para contar con abastecimiento de agua o electricidad, así como que las viviendas ocupadas no poseían cédula de habitabilidad. Por todos estos hechos, se procedió por parte de la Guardia Civil a instruir diligencias que fueron remitidas a Fiscalía de Medio Ambiente de Sevilla.

La identidad de los investigados, finalmente, responde a las iniciales J.A.M.S., M.R.S., S.L.M., T.D.R., M.R.E., A.M.M.S., F.J.P.D., V.B.R., F.J.E.G., J.M.M.D., A.J.H. y J.C.R.