El próximo jueves arrancan las obras de derribo del histórico Mercat de Sant Andreu, de mediados del siglo XIX y cubierto desde 1906, que durarán hasta mayo de 2019, para proceder luego a su remodelación integral, que podría estar lista a finales del año 2020. El derribo está presupuestado en 274.866,59 euros y el mercado antiguo cerró las persianas en noviembre de 2017 en su localización en la plaza porticada del Mercadal.

Mientras se realizan estos trabajos, el mercado provisional seguirá dando servicio en su ubicación provisional en la calle Sant Adrià. Allí acoge a los 18 comerciantes de producto fresco que siguen operando en este mercado de abastos y a los seis no alimentarios.

Con el fin de modernizar las instalaciones y hacerlas más abiertas al vecindario, el perímetro del nuevo edificio contará con una fachada acristalada que hará más visible desde la calle la oferta comercial.

El derribo se llevará a cabo hasta el próximo mes de mayo. Ese mismo mes comenzarán las obras de las nuevas instalaciones, que constarán de dos plantas, la baja y el subterráneo. La planta baja tendrá 1.240 metros cuadrados y albergará los 18 comercios de producto fresco. El subterráneo, de 1.218 metros cuadrados, dará cabida a los espacios de logística tales como almacenes, cámaras frigoríficas y zona de basuras.

Por su parte, el local de ventas no alimentarias estará distribuído en una planta baja de 370 metros cuadrados con espacio para cinco locales comerciales y las plantas 1 y dos, de 140 metros cuadrados cada una, destinadas a oficinas y sala de actos.

Este proyecto está íntimamente ligado al proceso de remodelación por el que está pasando la calle Gran de Sant Andreu, que se encuentra en el entorno histórico del barrio que incluye la plaza del Mercadal, que acoge el mercado. Juntos y renovados, serán el "gran eje comercial del pueblo de Sant Andreu", ha afirmado este miércoles la segunda teniente de alcalde y regidora del distrito de Sant Andreu, Laia Ortiz.

Ortiz también ha recordado que ya está en marcha la construcción del mercado definitivo del barrio de Bon Pastor.

Respecto a la reforma de Gran de Sant Andreu, esta priorizará el espacio para los peatones, y el eje comercial conservará el arbolado existente y lo reforzará con más arbustos y parterres. Las obras comenzaron en mayo y durarán hasta mayo de 2019, coincidiendo con el derribo total del mercado de Sant Andreu.

En noviembre acabará la primera fase de ejecución de los trabajos, entre el Passeig de Fabra y Puig y la calle de Sant Adrià, la misma en la que se encuentra el mercado provisional. La segunda fase comprende el tramo entre esta calle y la de Joan Torras. Arrancará en noviembre y se alargará hasta mayo de 2019. El presupuesto total asciende a los 4,9 millones de euros.