La operación se ha llevado a cabo en el marco de la cooperación policial internacional y fruto del intercambio de información a través de la Agregaduría de Interior de la Embajada de España en Bucarest y la Dirección contra el Crimen Organizado de la Policía Rumana.

La Policía detuvo a tres personas -dos hombres y una mujer- durante la intervención, y aprehendió más de 200 plantas, de las que 50 medían unos tres metros de altura, así como ocho kilos de cogollos preparados para su distribución, que tenían como destino el mercado español y europeo.

Dos de los presuntos traficantes trataron de huir cuando se percataron de la llegada de la policía a la finca, de 38.000 metros cuadrados, aunque finalmente fueron arrestadas tres personas, y el cabecilla ha ingresado en prisión tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción 4 de Santa Coloma de Farners.

Los detenidos tenían una "elevada especialización", según la Policía, que ha destacado que las plantas tenían alta calidad, y se les decomisó balanzas de precisión, fertilizantes, herramientas para el cultivo, anotaciones de operaciones de compraventa y 1.200 euros en efectivo.

La finca estaba protegida con un vallado metálico que cubría todo el perímetro, con una sola puerta de acceso accionada con dispositivo de apertura a distancia, además de los perros de presa, que tuvieron que ser inmovilizados durante la operación policial debido a su peligrosidad, ha explicado la Policía.

En el operativo han intervenido la Brigada Provincial de Policía Judicial, Grupo Crimen Organizado de Girona en colaboración con la Policía Rumana, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras y la Brigada Provincial de Policía Científica de Girona.