Martínez Bermejo, quien mantiene una relación "cordial y de amistad" con Del Olmo, ha indicado, en declaraciones recogidas por Europa Press, que la consejera "ya ha demostrado estar cualificada". Sin embargo, cree que es "pronto" para hablar de "decisiones efectivas" acerca de las posibles candidaturas y que "no hay razón para hacer elucubraciones".

"El perfil de Del Olmo es tan bueno como el de todos los demás, empezando por el de los 12 concejales que componen el Grupo Municipal, porque el PP trabaja a bloque con los mejores y sin discrepancia", ha explicado el portavoz.

Martínez Bermejo, cuyo nombre también se encontraba entre las posibles opciones barajables para la Alcaldía -según indicó el presidente del PP de Valladolid, Jesús Julio Carnero-, ha confesado que si debe afrontar ese papel lo hará "ilusionado" y que, en caso contrario, apoyará al candidato elegido "hasta que el cuerpo aguante".

A pesar de sentirse "orgulloso" de su "compleja, difícil y hasta ingrata" labor al frente de la oposición, el portavoz opina que no es el momento de decir si quiere o no ser candidato, porque ya demuestra lo que quiere "trabajando a tope por esta ciudad".

En cualquier caso, ha aseverado, estará "donde le digan" que tiene que estar, pues confía en que el partido elegirá al "mejor candidato para ganar el Ayuntamiento de Valladolid".

CANDIDATURA DE PUENTE

Por otro lado, el portavoz del Grupo Municipal Popular ve "lógico" que el actual alcalde de Valladolid, Óscar Puente, sea el primero en presentar su candidatura para revalidar el cargo en un acto que se celebrará este sábado, 15 de septiembre, y en el cual el regidor estará arropado por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

A juicio de Martínez Bermejo, la presencia del ministro es un indicador de los "nervios" del PSOE, que juntará en el acto a "dos auténticos perdedores", pues Borrell fue "el peor ministro de Fomento" -cartera entonces denominada de Obras Públicas y Transportes- para Castilla y León (entre 1991 y 1996) con "cero kilómetros de autovía", al igual que ha calificado el balance de Puente de "cero absoluto".