Dos jóvenes madres se presentan por primera vez al certamen de Miss España tras la entrada en vigor de la normativa en la que permite a las concursantes participar pese a su condición de madres. La edición del año pasado en la que la organización desposeyó del título a Miss Cantabria parece que ya ha traído consecuencias.

La polémica generada a raíz de la lucha personal de Ángela Bustillo ha permitido que este año Sandra Veiga (Miss Cantabria) y Paula Sánchez (Miss Salamanca) puedan optar a la corona y tratar así de cumplir el sueño de ser la más bella de España.

Experimentadas mujeres

Según adelanta El Periódico, ambas tienen unas medidas que "distan en milímetros de ese ideal" que dicta el cuerpo diez, lo que parece no importar a Miss Cantabria, quien reconoce que se siente "orgullosa" y "feliz" de formar parte de esta "lucha contra una discriminación injusta".

De hecho, considera que, después de eliminarse una norma que califica de "estúpida", siguen siendo "iguales a las demás chicas", aunque quizá "algo más maduras por nuestra experiencia".