Concretamente, según ha informado la Guardia Civil, fue el 7 de agosto cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) tuvo conocimiento de la aparición de peces muertos, en el Río Rumblar, dentro del término municipal de Guarroman (Jaén). Hasta el lugar se desplazó una patrulla del Seprona para tomar muestras de agua que se remitieron al laboratorio de confederación Hidrográfica del Guadalquivir para su análisis.

Seguidamente, la Guardia Civil tuvo conocimiento de la desaparición de aproximadamente 25.000 kilogramos de sulfato de aluminio en una empresa próxima al cauce del mencionado río. El sulfato de aluminio utiliza para el tratamiento de aguas residuales y en la purificación de agua como agente coagulante. Los responsables de dicha empresa indicaron a los agentes que el tanque de acopio de sulfato de aluminio, con capacidad para 25.000 Kilogramos, se encontraba vacío.

Asimismo, aseguraron que fue el 1 de agosto cuando se rellenó el tanque por lo que era imposible que dicha cantidad se consumiera en tan breve espacio de tiempo, de ahí que se barajara la posibilidad de que hubiera habido un vertido accidental.

La inspección ocular en la planta sótano donde se ubica un circuito y un registro, situados en un vaso estanco, para protección, en caso de derrame, localizó una válvula que había sido cambiada y que alrededor de la misma y en forma de abanico había restos de sulfato de aluminio. Además, los agentes comprobaron que

se había limpiado el vaso de contención.

También en la inspección ocular se observaron restos de sulfato dealuminio en dos registros que hay junto al tanque de acopio de sulfato, así como la existencia de una bomba de achique, que trasvasaba los fluidos de dichos registros hasta el alcantarillado interno de la planta, la cual desemboca en el río Rumblar.

Los componentes del Seprona tomaron varias muestras de fluidos dentro del vaso de contención de derrames, vertidos del tanque de acopio de sulfato de aluminio y de los registros existentes junto al referido tanque.