Refugiados por orientación sexual: "en nuestro país te apalean sin motivo y tu familia y autoridades te dan la espalda"

  • MURCIA, 1 (EUROPA PRESS)
Sergii, atendido por una trabajadora social de Cruz Roja
Sergii, atendido por una trabajadora social de Cruz Roja
CRUZ ROJA
Sergii, atendido por una trabajadora social de Cruz Roja

Sergii y Giorgi son dos personas que residen en la Región de Murcia y están tramitando su solicitud de protección internacional en España tras huir de sus respectivos países de origen, Ucrania y Georgia, donde sufrían una persecución sistemática debido a su orientación sexual. Llegaban a ser apaleados por desconocidos en la calle sin mediar ninguna provocación, sólo por vestir de una determinada manera o lucir simplemente un pendiente o una camisa rosa, tal y como relatan.

Por si fuera poco, Sergii y Giorgi no podían acudir a las autoridades policiales porque ni siquiera les tramitaban la denuncia y los agentes solo les recomendaban seguir con sus vidas tratando de no "provocar" a los agresores. Ni siquiera sentían respaldo en sus propias familias, que les daban la espalda y se avergonzaban de su orientación sexual. De hecho, ninguno de los dos mantiene contacto con sus familiares después de más de un año en España.

Cabe destacar que Sergii y Giorgi son nombres ficticios que ambos han proporcionado para evitar ser reconocidos en sus respectivos países, temerosos de que sus expedientes de asilo no se resuelvan favorablemente en España y se vean obligados a regresar. Ambos han contado su historia a Europa Press con la intermediación de un traductor de origen georgiano que colabora voluntariamente con ambas entidades y que ha podido realizar en España su transición de género.

CRUZ ROJA Y NO TE PRIVES COLABORARÁN EN SU INTEGRACIÓN

Para apoyar la integración de estas personas solicitantes de asilo en España, Cruz Roja en la Región de Murcia y el colectivo No Te Prives han firmado un acuerdo de colaboración. En concreto, ambas entidades cooperarán para reducir el aislamiento social de estos solicitantes y les proporcionarán el conocimiento necesario de los derechos del colectivo LGTB en España.

El objetivo es que puedan "empoderarse" y aceptarse mejor, tal y como aparece recogido en el convenio firmado recientemente por el presidente autonómico de Cruz Roja, Faustino Herrera, y el presidente de No Te Prives, Jesús Costa.

Y es que "hay gente que llega a España con su orientación sexual aceptada, pero otros vienen de países en los que la homosexualidad está muy estigmatizada y castigada", por lo que viven su sexualidad "como una condena". Cruz Roja y No Te Prives trabajan con ellos para que "puedan aceptarse y ver que la diversidad de orientación sexual es un derecho".

"EN GEORGIA NO EXISTES"

Giorgi recuerda que abandonó su país de origen hace un año y medio debido a que la sociedad georgiana no acepta a las personas homosexuales. "Allí, si eres homosexual, no existes", según este solicitante de asilo, quien lamenta que sus compatriotas "no te dejan vivir" a no ser que "aceptes la 'heteronormatividad'".

"Incluso, da igual la orientación sexual: te castigan si llevas una vestimenta un poco diferente, y si se te nota algo de pluma es peor, tanto en la familia como en el trabajo", critica Giorgi. Así, la sociedad "cree que tiene derecho a insultarte todo el día, a pegarte donde y cuando quieran, y a no pagar tu sueldo aunque hayas trabajado".

"Pueden matarte directamente por no vestir como ellos, si eres un hombre afeminado o una mujer un poco masculina", según Giorgi, quien señala que en su país "prevalece la religión cristiana, pero de corte fundamentalista". Además, la sociedad georgiana piensa que la orientación sexual es una "decisión" que convierte a los gays en "pervertidos" y les hace merecedores de un castigo.

Ha señalado que nadie es culpable por pegar a un homosexual en Georgia aunque hay leyes antidiscriminación, pero no son efectivas. Así, si un homosexual acude a la Policía o a los juzgados, "siempre sale como culpable" y "nunca le toman en serio". Para Giorgi es muy difícil recordar los acontecimientos que le impulsaron a abandonar su país, pero destaca que sufrió una "paliza" de la policía.

Remarca que la sociedad georgiana tiene un gran odio contra los gays. La propia Iglesia perdona ciertos pecados, pero no la homosexualidad. "Al final, te quedas solo, porque para una familia georgiana, tener un miembro homosexual supone una vergüenza horrible", advierte Giorgi.

En cuanto a la experiencia en España, Giorgi recuerda que al venía con miedos muy arraigados e, incluso, desconfiaba de la amabilidad con la que era tratado por los trabajadores sociales. "No creía que la gente pudiera portarse tan bien conmigo", afirma. Gracias al apoyo de colectivos como No Te Prives y Cruz Roja, ahora se siente "más seguro".

De hecho, no tiene intención de volver a Georgia ni de visita. "Si vuelvo, lo haré muerto", zanja. Ahora, está formándose gracias al programa de Cruz Roja de atención a refugiados y ha hecho varios cursos, el más reciente de Atención Sociosanitaria a personas Dependientes en instituciones sociales.

Sergii, por su parte, es natural de Ucrania, país en el que la sociedad es también "muy homófoba" y sufren la persecución de las autoridades. Sergii sufrió el rechazo de su familia desde que supieron que era gay, le echaron de su trabajo y tuvo que cambiar de casa varias veces, sufriendo palizas constantes de gente que ni siquiera le conocía simplemente por vestir o peinarse de forma "un poco diferente".

Además, Ucrania es un país en guerra y Sergii recibió una citación por la que estaba obligado a ingresar en el ejército, algo que para él hubiera supuesto "un suicidio, porque allí pueden matarte directamente". Este escenario ha estimulado la proliferación de organizaciones nacionalistas que son "casi nazis", para las que "no existen gays ucranianos", debido a que les ven "como pervertidos y como una moda que entra desde occidente".

La Policía en su país no admite denuncias por delito de odio y, a lo sumo, las tramitan como una pelea o un robo para que no computen en la estadística oficial y así evitar sanciones de Europa. "Los agentes te dicen directamente que te quedes en tu casa, que no te pongas una determinada ropa o que no destaques para no ser golpeado", según Sergii, quien se sentía perseguido y no le quedaba otra opción que dejar el país. Sus propios padres le consideran un "enfermo".

Sergii relata que en España ha encontrado las condiciones para sentirse un "miembro más" de la sociedad. "Todo el mundo me ayuda, no me miran con odio y me siento muy bien", reconoce este solicitante, quien tiene la carrera de ingeniero en su país y su intención es homologarla para encontrar un trabajo y "cumplir en España los sueños que tenía en Ucrania".

CERTIFICADO PARA RESPALDAR EL EXPEDIENTE

Cruz Roja es una de las ONG's encargadas de la acogida e integración a los solicitantes de asilo, y colabora con el Colectivo No Te Prives en los casos de persecución por orientación sexual o identidad de género, según explica la abogada del programa de Cruz Roja, Elena Ros.

Todos aquellos solicitantes de asilo que así lo deseen, voluntariamente, pueden participar en las actividades que organiza No Te Prives, consistentes en charlas, cineforum, senderismo o la celebración del Orgullo LGTB, entre otras muchas.

Cuando el solicitante de asilo participa forma estable y regular en estas actividades, No Te Prives expide un certificado que lo avala, e incluso puede elaborar un informe donde se explique la situación del colectivo LGTB en el país de origen, con el fin de apoyar la solicitud de asilo.

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