La debacle del sector inmobiliario en España también afecta a Andalucía. Y cómo. De las cerca de 120.000 agencias dedicadas a la compra venta de inmuebles que había al comenzar el año 2007 distribuidas por el país, al acabar el año habían cerrado más del 35%, y 4.000 de ellas en Andalucía, que concentra en torno al 15% del sector.

Más de la mitad de estas empresas están constituidas por una sola persona dada de alta como autónomo, pero el resto emplea a una media de tres personas por oficina. Según los cálculos de la Asociación Empresarial de Gestión Inmobiliaria (AEGI), ello implica que en Andalucía se han destruido unos 12.000 puestos de trabajo.

La causa de esta crisis hay que buscarla en la caída de los ingresos de las agencias inmobiliarias durante el año pasado, en el que su facturación (ingresos por ventas) se redujo en más de un 50% como consecuencia de dos factores. Primero, una reducción de entre un 25 y un 35%, según el tipo de inmueble y la zona, en el número de transacciones inmobiliarias realizadas. Segundo, una reducción de los ingresos provenientes de los honorarios y comisiones cobradas por las agencias, que la AEGI cifra en torno a un 40% por cada operación unitaria de compra venta de un inmueble.

En la asociación aseguran que los precios no han bajado ya que todavía «nadie vende su casa por menos de lo que la compró». Pero lo que sí ha disminuido son las expectativas de ganancia, a la vez que se ha alargado el tiempo que tarda en venderse una casa desde que es puesta a la venta, que se ha duplicado y en muchos casos hasta se ha multiplicado por tres. De una media de cuatro meses se ha pasado a casi un año para vender una vivienda.

Al estrecharse el mercado e incrementarse la competencia, las agencias inmobiliarias no han tenido más remedio que optar por reducir sus honorarios y sus comisiones de venta, lo que en muchos casos ha terminado por imposibilitar la viabilidad de su negocio llevándolas al cierre. Desde AEGI se advierte que el proceso «no ha hecho más que empezar», con lo que se prevé que el cierre de agencias y su consiguiente pérdida de empleo seguirá durante este año. El alquiler se está convirtiendo en una alternativa con la que muchos de estos negocios intentan paliar los efectos de la crisis, pero asegura que «no es suficiente».