El doctor Luis Montes estaba al frente de las urgencias del hospital Severo Ochoa cuando saltó el escándalo de las supuestas sedaciones irregulares. A raíz del caso, fue destituido de su cargo. Ahora continúa en el centro como anestesista y la Audiencia Provincial ha archivado su caso y le ha exculpado al considerar que no hubo mala praxis en la sedación de unos 400 enfermos terminales.

¿Cómo ha sido volver al hospital como exculpado?

Me he tenido que coger el día libre para atender a la gente, es una alegría tremenda.

¿Hará la sentencia que las sedaciones dejen de ser un tabú en la comunidad?

Espero que se cree jurisprudencia, porque en estos tres años los médicos han tenido mucho miedo a la hora de administrar los cuidados paliativos.

Ha anunciado querellas: ¿sabe ya cuándo las va a interponer?

Aún no, aunque serán contra la Consejería de Sanidad y algunos medios de comunicación.

¿A quiénes ha perjudicado el caso Severo Ochoa?

Sin duda, a los pacientes, por la campaña de desprestigio que se ha hecho de la sanidad pública.

¿Y a quién benefició?

A la Comunidad, que anunció la apertura de nuevos hospitales.

¿Por qué se dio crédito a una denuncia anónima?

Porque se quería desviar la atención de la privatización de la sanidad madrileña para ocultar que con fondos públicos se organice la sanidad privada.

¿Cómo ha vivido estos tres años de litigios?

He sufrido un ataque brutal y ha sido durísimo, por eso ahora es el tiempo de la reparación.

¿Y los moribundos?

A los que más, en Madrid ahora la gente se muere peor que hace tres años.

BIO

Tiene 58 años y lleva ejerciendo la medicina desde hace  32. Actualmente es anestesista en el Severo Ochoa.