En rueda de prensa, Pérez ha aseverado que la "causa de que se caigan ramas de gran porte y árboles de gran tamaño como nunca antes había ocurrido en la historia de Sevilla" ha sido "el abandono de las políticas de gestión del arbolado" del Ayuntamiento, lo que ha provocado "daños personales, patrimoniales y sobre las personas y el mobiliario urbano de una manera sin precedentes".

Así, avisa de que el Partido Popular se va a "empezar a plantear pedir dimisiones en el caso de que, después de un año de caída masiva de árboles y de ramas de gran tamaño, las mismas sigan cayendo y sigan siendo un auténtico peligro para los ciudadanos", puesto que "el peligro para los ciudadanos no son los árboles, son las políticas y la dejación de funciones en la gestión del arbolado por parte del alcalde socialista Juan Espadas".

A tal efecto, el portavoz ha criticado la actitud del alcalde, tachándola de "muy poca vergüenza y muy poca responsabilidad", subrayando que "durante el gobierno del Partido Popular la ciudad funcionaba mejor con responsables de los distritos entregados a sus vecinos", toda vez que el asunto se encuadra en las talas iniciadas por el Ayuntamiento en diversas partes de la ciudad merced al informe que, en 2015, reflejaba que tras los mandatos del PSOE y el PP, más de 2.500 árboles se encontraban tan deteriorados que implicaban un "peligro objetivo" para las personas por la caída de ramas y troncos.

Así, mientras el Ayuntamiento está talando ya los últimos cerca de 500 árboles considerados "en situación de riesgo cuatro", los movimientos ecologistas reclaman la paralización de las talas y una revisión del tratamiento del arbolado, bajo la premisa de que muchos de los árboles deteriorados aún son susceptibles de salvación.