Según explica el Instituto Armado en una nota, el detenido, al percatarse de la presencia de los agentes, emprendió la huida a la carrera, con la intención de refugiarse en el domicilio familiar. Una vez detenido, se le incautaron unos 300 euros en moneda fraccionada fruto de las ventas realizadas y numerosas dosis de heroína listas para su distribución, que el conductor vendía en puntos determinados de la localidad que convenía previamente con los compradores.

La investigación se inició a raíz de que la Guardia Civil tuviera conocimiento de la posible creación de un punto de venta móvil de droga, según el cual los toxicómanos acudirían a unas horas concretas a un punto de la localidad, aunque mediante llamadas telefónicas la venta se podría realizar a elección del consumidor.

Tras verificar estos hechos, los guardias civiles lo siguieron hasta la calle donde pensaba realizar las ventas ese día, y en un momento en el que apeaba de su vehículo emprendieron una persecución a pie sobre el sospechoso, que pretendía refugiarse en el domicilio familiar, donde contaba con la protección de numerosos familiares.

No obstante, fue interceptado antes de que entrara en la vivienda, y en el cacheo que se le practicó encontraron 41 dosis de heroína dispuesta para su venta y 293 euros en moneda fraccionada, por lo que se procedió a sus detención como presunto autor de un delito contra la salud pública.

Por su parte, familiares del detenido no pararon de increpar a los agentes actuantes durante todo el proceso, dando lugar a posteriores actuaciones administrativas por su actitud.