Según ha informado este miércoles la policía catalana en un comunicado, el 12 de julio arrestaron a estos cuatro hombres, de origen serbio y de entre 28 y 46 años, por delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal y defraudación de flujo eléctrico.
La investigación empezó en 2017 y se constató que este grupo de origen serbio se encargaba de las plantaciones y tomaba muchas medidas de seguridad para no ser detectado por la policía.
En el registro en las dos casas, encontraron estancias habilitadas para cultivar marihuana con estructuras aisladas para evitar la detección térmica y dificultar su localización y, en total, 908 plantas, 36 kilos de cogollos secos para distribuir, así como sofisticadas instalaciones que estaban conectadas fraudulentemente a la red eléctrica.
Los detenidos pasaron el 14 de julio a disposición del juez de guardia de Reus (Tarragona), que decretó su ingreso en prisión, y la investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.
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