Tres años de espera para conseguir un perro guía bien adiestrado

Carlos Marín y 'Osane' se han vuelto inseparables.
Carlos Marín y 'Osane' se han vuelto inseparables.
TORRES
Carlos Marín y 'Osane' se han vuelto inseparables.

Osane se ha convertido en un miembro más de la familia de Carlos Marín desde el pasado mes de junio. Un accidente de moto le arrebató la vista hace 18 años a este granadino, que desde entonces no ha cesado de buscar la libertad de movimiento.

«Desde un principio intenté valerme por mí mismo, aunque tener un perro guía a tu lado te ayuda bastante», comenta el joven.

Carlos solicitó un can a la ONCE en 2004, una petición que tarda unos tres años de media en ser atendida por la Fundación de Perros Guía, en el caso de los nuevos usuarios, y entre tres y seis meses para las renovaciones.

Como él, hay otros 16 ciegos usuarios de este servicio en la provincia y dos en lista de espera. Las ventajas: «Osane es mi chófer, veo a través de ella», dice Carlos. Pero tampoco han faltado las dificultades: «El proceso que sigue la Fundación ONCE es complejo porque tienen que encontrar un perro en su escuela que se adecúe a tu perfil y a tus necesidades», asegura.

Hasta que el can se adapta a su nuevo dueño ha de pasar entre un año y año y medio. «Al principio tropiezas, pero no pasa nada. Es cuestión de paciencia y de constancia», dice el joven. Ahora no se imagina su vida sin su precioso golden

Férreo entrenamiento en Madrid

La Fundación Perros Guía de Madrid se encarga de la crianza, adiestramiento y mantenimiento de los perros, que el primer año de vida conviven con una familia de acogida muy similar a la que posteriormente servirán. En la escuela siguen un férreo entrenamiento para guiar a los usuarios.

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