En total y según las estimaciones de Cesfac, la producción de trigo alcanzará los 4,01 millones de toneladas en Castilla y León, un 270 por ciento más en comparación con la cosecha de 2017 y un 101 por ciento más en comparación con la de 2016, por encima del incremento de producción previstos para España (187 por ciento respecto a 217).

En el caso de la cebada se prevé recoger 3,17 millones de toneladas lo que representa un incremento de la producción del 326 por ciento respecto a la cosecha recogida en 2017 mientras que en España el incremento será del 170 por ciento también en comparación con el año anterior (96 por ciento más en Castilla y León y 110 por ciento más en España si se compara con la cosecha de 2016).

La mayor producción de trigo blando se dará en Burgos, con 1,08 millones de toneladas (184 por ciento más que en 2017), seguida de Palencia (635.000, un 329 por ciento más), Valladolid (472.500, un 369 por ciento más), Soria (423.000, un 245 por ciento más), Segovia (339.800, un 431 por ciento más), León (335.000, un 254 por ciento más), Salamanca (309.600, un 388 por ciento más), Zamora (262.200, un 313 por ciento más) y Ávila (156.000, un 565 por ciento más).

En cuanto a la cebada, la mayor producción se recogerá en Valladolid, con 724.680 toneladas (378 por ciento más que en 2017), seguida de Burgos (607.590, un 260 por ciento más), Palencia (498.800, un 448 por ciento más), Soria (377,360, un 268 por ciento más), Segovia (358.800, un 339 por ciento más), Zamora (223.300, un 295 por ciento más), Ávila (177.000, un 478 por ciento más), Salamanca (129.500, un 240 por ciento más) y León (74.100, un 321 por ciento más).

Desde la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales han mostrado su satisfacción por los rendimientos de las cosechas nacionales con expectativas de producción récord de soja aunque con incremento mundial de demanda con resultado de previsión de reducción de los stocks finales.

También ha expresado un punto de incertidumbre sobre el impacto que los conflictos arancelarios entre Estados Unidos y el resto del mundo puedan tener en el comercio internacional.