Rodríguez ha hecho estas declaraciones en Carmona (Sevilla) antes de su participación en el curso 'Bioeconomía circular', que se ha celebrado desde este lunes hasta este miércoles como parte de la oferta de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO).

La científica ha hecho hincapié en "la revalorización que se puede hacer" de los residuos de la industria agroalimentaria ya que "Andalucía es la comunidad que mayor volumen tiene de producción de este sector" y ha explicado cómo se están generando proyectos para "reutilizar los desechos orgánicos" siguiendo modelos de "bioeconomía circular".

Rodríguez ha explicado cómo en el área de trabajo del CSIC al que ella pertenece empezó a analizar las propiedades de los alimentos y posteriormente también los residuos procedentes de ellos. Según ha indicado, de las frutas y hortalizas "se puede recuperar lo que estás tirando, como su piel o sus semillas". Esto también se puede hacer con residuos de la producción agrícola como los restos de podas, las hojas o los frutos que no cumplen los requisitos de calidad y se desechan.

"Hasta ahora, lo que se hacía era quemarlo sin más, sin producir ningún beneficio, o se quemaban para producir energía. También se hacía compostaje -transformación en abono- o se dedicaban a la alimentación de ganado", ha ilustrado la científica, para quien "la novedad es que parte de todo esos residuos se pueden tratar para liberar los componentes aprovechables, purificarlos de forma sostenible y sencilla, y producir extractos naturales que se pueden aplicar después en alimentación, cosmética e incluso en la misma agricultura como pesticida".

Este sería un ejemplo de bioeconomía circular que ha recordado que a principios de siglo en el CSIC desarrollaron un modelo patentado con los residuos procedentes de la almazara de una empresa de aceite de oliva.

En este sentido, Rodríguez ha razonado que "hace falta claridad de conceptos". "Yo misma no sabía hasta hace poco que lo que hacíamos en nuestros trabajos de investigación era bioeconomía circular, yo lo llamaba aprovechamiento de residuos y así les pasa también a muchas empresas", ha agregado.

"La empresa a la que le licenciamos la patente vende un extracto antioxidante siguiendo este sistema que puede ser sustitutivo de otros, pero ellos no hacen alusión en su marketing a los beneficios sociales que tiene y a que forma parte del ámbito de la economía circular", ha lamentado la científica, quien ha considerado que esto pasa por "falta de conocimiento".

ECONOMÍA LINEAL VS BIOECONOMÍA CIRCULAR

El modelo tradicional de economía está basado en un uso lineal de los recursos que pasa por las fases de extracción de la materia prima, fabricación del producto con el consecuente uso de energía, utilización de este por el consumidor, y generación de desperdicio.

La economía circular es un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la creación de residuos.

"Se trata de no ir produciendo y desechando, sino de recuperar los desperdicios para darle algún uso y que vuelvan a entrar en la cadena de producción con el consiguiente beneficio medioambiental", ha expresado Rodríguez.

La bioeconomía o economía ecológica por su parte estudia la capacidad de la humanidad para vivir dentro de los límites ambientales y surge por la afirmación de algunos pensadores, como Joan Martínez Alier, de que es imposible conseguir la sostenibilidad a través de la concepción de mercado de la economía tradicional.

Para la científica del CSIC, "está directamente relacionada con la reutilización de los residuos o sus productos de origen biológico", que en el caso de Andalucía, "se centra en los desechos ganaderos y agrícolas".

Así pues, la bioeconomía circular es una unión de ambos términos. No obstante, Rodríguez ha considerado a la bioeconomía como "una parte de la economía circular" y ha puntualizado que desde las administraciones públicas, "en el ámbito del medio ambiente se prefiere seguir hablando de economía circular y en agricultura se usa el término bioeconomía".