Las víctimas, dos menores, uno ecuatoriano y otro peruano, denunciaron los hechos ante la Policía acompañados por sus padres.

Los tres detenidos son el máximo responsable y otros dos jefes de la banda. Al líder se le incautó un mapa de la zona de Madrid en la que suelen ocurrir reyertas y agresiones, con información precisa de cuánto tarda en llegar al lugar la Policía Nacional y la Municipal, para poder así actuar con impunidad.

Durante sus pesquisas, la Policía descubrió la existencia de una célula de la banda en Móstoles, llamada Gold Rain. Casi todos sus miembros son menores suramericanos o españoles.

Los agentes conocieron su funcionamiento, sus rangos y las pruebas que deben superar los candidatos para ingresar en la banda: ejercicios físicos de gran dureza, palizas e incluso el ‘amor de rey’, ser golpeado durante un minuto por el jefe.

Cuota semanal

También descubrieron las coacciones y vejaciones que sufrían varios miembros del grupo, alguno de 12 años, para que no lo abandonaran. Si se iban, el jefe dejaría de cobrar la cuota semanal de tres euros que paga cada miembro bajo amenaza.

La situación «no es alarmante»

El comisario jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Madrid, Javier Redondo, aseguró ayer que la situación creada en la región por bandas latinas como los Latin King o los Ñetas «no es alarmante» por el momento, aunque matizó que algunos miembros de estos grupos ya han cometido delitos graves, como homicidios. Redondo reconoció ayer que en el último año se ha producido un «paulatino incremento» de la relevancia de estas bandas, formadas por la segunda generación de inmigrantes llegados a España.