Oriol Plá: El día de mañana ilustra "qué significa ser joven en los límites que te da la sociedad"

  • Inquieto y lleno de ambiciones, Justo Gil llega a la Barcelona tardofranquista de finales de los 60 para intentar salvar a su madre y labrarse un futuro. Es solo la punta del iceberg de El día de mañana, la nueva serie de Movistar + cuyos seis capítulos estarán disponible en VOD a partir del viernes 22 de junio. Dirigida por Mariano Barroso -actual presidente de la Academia del Cine-, se trata de una historia que ilustra "qué significa ser joven en los límites que te da la sociedad", sentencia su protagonista, Oriol Plá.
El día de mañana
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"Justo es un tipo que llega de Aragón para intentar curar a su madre e intenta hacerse un hueco en la gran ciudad y triunfar, de la manera que sea, a nivel económico", explica Plá en una entrevista a Europa Press. "Pero para salvarla necesita hacer alguna triquiñuela y se ve abocado a pactar con este policía -Mateo, el personaje de Jesús Carroza- para evitar el peso de la ley. Es un pacto con el diablo para poder seguir con su vida", confiesa el actor catalán, que a sus 25 años da el salto a la ficción nacional tras un breve pero recordado papel en Merlí.

En la agitada aventura vital de Justo hay dos personajes clave. Uno de ellos es Carme (Aura Garrido), quien mantendrá una relación de atracción y desengaño constante con el protagonista. El otro es Mateo, un policía que trabaja "en el contexto que le ha tocado vivir", aclara el propio actor sevillano, exculpando así en parte a su personaje de los actos, no muy loables, que se ve obligado a hacer. "Mucha gente entonces hacía las cosas simplemente porque les llevaba la corriente", recalca el ganador del Goya a actor revelación en 2005 por 7 vírgenes.

A lo largo de una década, Justo, Carme y Mateo se van mezclando con codiciosos empresarios, jóvenes juerguistas de la gauche divine, policías sin escrúpulos, estudiantes rebeldes o miembros de la resistencia antifranquista. Habitantes de una ciudad en ebullición que atraviesa un momento irrepetible. "Más que la época, creo que el punto fuerte es la perspectiva de personajes jóvenes, de los migrantes que van a buscarse la vida, que quizá no se había contado", argumenta Oriol Plá sobre el enfoque de la serie.

"NADIE SABE DEFINIR A JUSTO"

En cuanto a la relación de Justo y Mateo más allá de lo profesional, Carroza asegura que "el hecho de no tener a sus padres les une mucho. Ambos son huérfanos y ninguno es de Barcelona. Al principio es solo chantaje, pero luego va derivando en una amistad de amor-odio en la que los dos se necesitan". Plá subraya la opinión de su compañero y señala que "acaban siendo las únicas personas con las que pueden comunicarse a nivel más sincero. Están tranquilos el uno con el otro y son el único amigo que tienen de verdad; una especie de hermano".

Sin embargo, el actor catalán advierte de ese "equilibrio tenso" que se convierte en la gran seña y atractivo de la serie. "Justo siempre se mueve en el filo, por eso la gente que se lo ha cruzado no sabe cómo definirlo; decir si es bueno o malo. Pasa también con Mateo, que se miran y piensan: 'oye, que ya nos conocemos* pero no nos conocemos'. Nunca se conocen del todo y ese equilibrio tenso te mantiene en vilo", apunta Plá.

KARRA ELEJALDE, LA "MANO DURA"

Una vez demostrada la humanidad de Mateo, el personaje más oscuro de El día de mañana recae sobre los hombros de un actor tan experimentado como Karra Elejalde. El intérprete vasco encarna al Comisario Landa, un policía de la vieja escuela, de los que lucharon en la guerra, que es enviado por el gobierno central para poner orden en las agitadas calles de Barcelona. Allí gobierna con mano de hierro la comisaría de Vía Laietana, famosa por sus abusos y torturas.

En este punto, Jesús Carroza aclara que la relación entre Landa y Mateo es "estrictamente laboral, de superior a subordinado". El actor andaluz asegura que, a pesar del afán del comisario, Mateo no se deja impresionar. "La situación se está agitando demasiado y mandan a este comisario de antaño que viene a poner mano dura. Landa intenta adoctrinar a Mateo para la causa... pero él está en un momento en el que ha empezado a cuestionarse muchas cosas".

Oriol Plá desgrana ese nuevo mundo que, a medida que avanzan los capítulos, pone en duda los ideales -o precisamente la falta de ellos- de estos dos personajes. "Cambian mucho las cosas y ese comunismo latente, esas ideas, de alguna forma los tocan, porque al final son personas que han cogido lo que había y han tirado millas. Aparece gente con ideales diferentes y les plantan una semilla que hará su fruto en algún momento. Al menos para equilibrar y que piensen: 'nada es blanco o negro'. Han estado ocupándose de su vida para sobrevivir... y ahora se dan cuenta de que hay mucho más, que el futuro es más cercano. Supongo que eso es crecer", remata el actor protagonista.

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