La nueva delegada del Gobierno en Baleares, Rosario Sánchez, ha prometido este miércoles su cargo "con lealtad al Rey" y ha asegurado que trabajará por recuperar la "dignidad" y la "decencia" que "no se tendría que haber perdido nunca".

Ante los medios de comunicación, ha dicho que "políticamente" no impulsará recursos en contra de los intereses de los ciudadanos y respecto a los recursos interpuestos por su predecesora, Maria Salom, a las ayudas al catalán, ha dicho que tienen que hacer un "análisis" del estado en el que se encuentran y si se llegaron a interponer.

"La sensibilidad del nuevo Gobierno de España y, en consecuencia la de esta delegada es diferente a la etapa anterior", ha dicho para luego añadir que espera que "esto facilite mucho" llevar a cabo "acciones beneficiosas".

A la toma de posesión, ha acudido la presidenta del Govern, Francina Armengol y el presidente del Parlament, Baltsar Picornell, así como el alcalde de Palma, José Hila, gran parte de la cúpula del Govern, y diferentes diputados, entre otras numerosas autoridades y representantes de la sociedad civil y militar.

Rosario Sánchez, quien tenía el cargo de directora general de Coordinación del Govern, es licenciada en Economía y licenciada en Administración y Dirección de Empresas la Universitat Pompeu Fabra. Asimismo, es funcionaria de la Sindicatura de Cuentas, ha trabajado de auditora en la empresa privada (KPMG) y fue directora de Gestión de Gestión Sanitaria de Mallorca (Gesma).

Igualmente, ocupó el cargo de directora insular de Presupuestos del Consell Insular de Mallorca entre 2007 y 2011. En el año 2015 fue nombrada secretaria general de la Conselleria de Salud hasta que la nombraron directora general de Coordinación.