El Programa Empleo-Mujer de CyL integra laboralmente a 132 mujeres, se prorroga 4 años y se extiende a cuencas mineras

  • VALLADOLID, 15 (EUROPA PRESS)
Balance del PEMCYL
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EUROPA PRESS
Balance del PEMCYL

El Programa Empleo-Mujer de Castilla y León (PEMCYL) ha procurado la integración laboral de 132 mujeres, el 35 por ciento, y ha implicado a 376 en procesos de formación y desarrollo de habilidades sociales en los dos años desde la puesta en marcha de la iniciativa, que se prorrogará cuatro ejercicios más, aumentará su presupuesto y se extenderá a las cuencas mineras.

Así lo ha afirmado al consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, quien ha hecho un balance del Programa junto al director de la Fundación Santa María la Real -entidad que desarrolla el programa-, Juan Carlos Prieto; la directora general de la Mujer, Esperanza Vázquez; la coordinadora de PEMCYL en Valladolid y Palencia, Marisol Blanco; y Laura Campo, una de las participantes en la iniciativa.

Este programa trabaja con mujeres especialmente vulnerables o en riesgo de exclusión social facilitándoles las herramientas y capacidades necesarias para mejorar su integración y empleabilidad a través de una atención y seguimiento personalizados.

La consejera ha destacado el buen funcionamiento de este proyecto de "innovación social", que desde su puesta en marcha en 2016 hasta el 31 de diciembre de 2017 ha supuesto la integración laboral de 132 mujeres, ha implicado a 376 mujeres en procesos de formación y desarrollo de habilidades sociales y ha contado con el apoyo de 329 empresas (inicialmente era un centenar). Alicia García ha destacado el hecho de que 85 de las contratadas, el 64,4 por ciento, son víctimas de violencia de género.

En las evaluaciones realizadas se desprende que el 62 por ciento de las mujeres participantes han manifestado que, gracias a su participación, su empleabilidad y conocimientos del mercado de trabajo han aumentado y que se consideran más preparadas para buscar empleo.

En el año 2016 la Consejería destinó al programa 80.000 euros y en él participaron 130 mujeres de las nueve provincias durante seis meses,

se realizaron 38 contratos, de los que 22 se suscribieron con mujeres víctimas de violencia de género. Además, se contó con una red de apoyo formada por un centenar de empresas de la Comunidad.

En el año 2017 el programa se desarrolló a través de dos fases o líneas específicas, una para mujeres víctimas de violencia de género y otra dirigida a mujeres en situación de especial vulnerabilidad, y la Consejería incrementó un 87 por ciento el presupuesto de financiación para el programa, hasta los 150.000 euros.

A las capitales de provincia se añadió Ponferrada (León), para poder atender a la demanda de las mujeres participantes en esa zona. En este caso participaron 246 mujeres de las cuales, más de la mitad, 155 fueron mujeres víctimas de violencia de género.

También en esta edición se formalizaron 94 contratos, 65 de ellos fueron inserciones laborales de mujeres víctimas de violencia de género y a raíz de su participación en el programa otras 17 mujeres decidieron retomar sus estudios. La red de empresas comprometidas con el programa también creció en 2017 con respecto al año anterior, hasta 320 empresas.

CONTINUIDAD EN 2018

El programa se ha iniciado también este año y en el mismo participan 162 mujeres, 87 de ellas víctimas de violencia de género, 31 desempleadas de las cuencas mineras de León, 16 mujeres con discapacidad, siete pertenecientes a minorías étnicas y 46 perceptoras de Renta Garantizada de Ciudadanía.

Además, la buena marcha del mismo ha hecho que ya se haya firmado un convenio con la Fundación Santa María la Real para dar continuidad al proyecto durante cuatro años más y se ha incrementado la financiación hasta los 200.000 euros.

Así, se llevarán a cabo tres líneas de actuación, una primera dirigida prioritariamente a mujeres víctimas de violencia de género; una segunda dirigida a mujeres en situación de especial vulnerabilidad o de exclusión social; y, como novedad para este año 2018, la tercera línea de actuación está dirigida a las mujeres desempleadas que residan en algunos de los municipios pertenecientes a las cuencas mineras.

El programa se desarrolla en dos fases: la primera, que comenzó en abril y terminará en julio, dirigida específicamente a la participación de mujeres víctimas de violencia de género en el conjunto de la Comunidad y, en Villablino, dirigida a la participación de las mujeres desempleadas de la cuenca minera de León.

La segunda fase será desde septiembre hasta diciembre y se dirigirá especialmente a mujeres en situación de especial vulnerabilidad, además de estar prevista también su celebración en Guardo para las mujeres desempleadas de la cuenca minera de Palencia.

Otra novedad en 2018 es que a aquellas mujeres participantes en el programa que muestren su interés por emprender o desarrollar una idea empresarial se les ofrecerá un servicio de acompañamiento a través del Instituto de Competitividad Empresarial. Además, la entidad Feafes se incorpora a la red de empresas empleadoras para facilitar la inserción laboral de las mujeres como profesionales cuidadoras de personas con enfermedad mental.

LA INTEGRACIÓN COMO "OBLIGACIÓN"

En el marco de la rueda de prensa de este balance, el director de la Fundación Santa María la Real ha incidido en que además de acontecimientos tan importantes como la llegada del Aquarius, las personas que sufren guerras y los procesos globales, también hay personas en la Comunidad que tienen "pequeñas batallas, domésticas, familiares".

A este respecto, considera que todos deben de ponerse a trabajar y aportar para que las personas que se encuentran en riesgo de exclusión se "integren". "No porque tengan derecho sino porque estamos obligados a ello", ha señalado.

Además, ha abogado por ir "sobre la capa más importante de la sociedad", que son las personas, y ha agradecido el apoyo en un proyecto de innovación social, que ha recordado que se basa en la "voluntariedad" porque sino no funcionan. Asimismo, ha agregado que la solidaridad preside "todo lo que se hace", ya que todo lo que le va bien a uno beneficia al "equipo".

Por su parte, la coordinadora del proyecto en Palencia y Valladolid ha descrito la forma de trabajar, con dos sesiones semanales por las mañanas, coincidiendo con el horario escolar para que facilitar las cosas a las mujeres que participan, los ejes fundamentales de trabajo en equipo y solidaridad y beneficios como la heterogeneidad de los participantes.

Asimismo, Marisol Blanco ha incidido, entre otras cuestiones, en que se hace hincapié en la proactividad y la autonomía, que la mujer sea protagonista de su evolución "en todo momento" y adquiera capacidad para actualizarse en el futuro.

RECUPERAR LA "INDEPENDENCIA"

En el marco de la presentación, una de las participantes en el Programa, Laura Campo Franco, ha asegurado que lo que pretende con ello es recuperar su "independencia, estabilidad, autoestima y autonomía".

Campo ha explicado que hay "momentos en la vida" que son "golpes más difíciles" y circunstancias "más duras" que "ponen a prueba" a las personas y en este momento pasa por uno de ellos. "He pasado en muy poco tiempo de tener la vida bajo control a tenerla pendiente de un hilo", ha señalado Laura Campo, quien ha añadido que como opciones estaban "hundirse" o "salir a flote" y tomó "la segunda opción".

Laura Campo ha asegurado que sufrió una pérdida de "identidad, de decisión, de fuerza" y una "total pérdida de rumbo" hasta que "un buen día" apareció la coordinadora del programa y, a pesar de las "dudas" y la "incertidumbre" inicial dio "un pasito" y ahora está "a gusto, feliz" y tiene "objetivos claros".

En esta línea, ha explicado que el programa facilita ver habilidades, fortalezas y "pulir" debilidades ante un mercado cambiante y circunstancias complicadas.

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