Han sido inspectores de Pesca los que, según ha informado la Guardia Civil, supervisaron el interior de las instalaciones de una distribuidora de pescado situada en el polígono industrial de Guarromán y una pescadería del mercado de San Francisco donde el pescado se vendía como inmadura bajo la denominación de pijotillas de Sanlúcar.
En las inspecciones fueron localizados 100 kilos de merluza (Merluccius merluccius). Al requerirles tanto al responsable de la empresa como al del puesto del mercado la documentación de trazabilidad para comprobar la procedencia, se pudo observar que carecían de sellos y firmas por lo que se procedió a realizar una medición del producto.
La medición con el ictiómetro arrojó una talla inferior a la reglamentaria para su comercialización por lo que se procedió a su intervención y redacción de los correspondientes expedientes de sanción.
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