El Juzgado de lo Penal de Palencia ha condenado a un empresario ganadero a un año y medio de prisión como autor de un delito contra la salud pública por utilizar una dosis más alta de la permitida de pienso medicamentoso, que fue detectado en un cordero de su propiedad.

El juez le ha impuesto además, aunque la resolución puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial, una multa de 3.240 euros y la inhabilitación para la profesión, industria o comercio por espacio de cuatro años.

La resolución considera como hechos probados que el 1 de diciembre de 2005 fue sacrificado en un matadero de Paredes de Nava un cordero de la propiedad del procesado, al que se le detectó la presencia de sulfadiazina en el análisis veterinario..

Sin autorización veterinaria

Tras el correspondiente registro de la Junta de Castilla y León, se comprobó que en la explotación ganadera del acusado, a fecha de noviembre de 2005, las reses se alimentaban con pienso normal y con pienso medicamentoso, aunque la receta veterinaria para la dispensa del citado pienso medicamentoso era de fecha de febrero de 2006.

Con todo, los veterinarios constataron que no había incidencia en la explotación que hiciera pensar en la presencia de enfermedad de declaración obligatoria. El juez argumenta su resolución al afirmar que "es evidente que el acusado puede declarar lo que tenga por conveniente, pero la realidad es que dispensó sin autorización veterinaria ni receta que lo justificara pienso medicamentoso en noviembre de 2005".

El juzgador considera, en lo tocante a la nocividad para la salud humana, "que el riesgo para la salubridad existe". Además, el juez abunda en el hecho de que la actuación del acusado "induce a pensar que, no teniendo el efecto de engorde, dicho pienso medicamentoso podría haber sido aprovechado exclusivamente con fines nutricionales".

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