Para su primera visita a Ceuta, José Sacristán tiene un deseo, "que la obra le encante a la gente y que sea reconocida por el público ceutí como lo ha sido en el resto de España". En esta entrevista el actor se mostró cercano y atendió a las preguntas hablando del teatro con las mismas ganas que lo hacía cuando empezó. Aunque reconoce que le queda poco en el mundo del arte, espera seguir disfrutando aún de los momentos irrepetibles que brinda el teatro.

¿Qué va a ofrecer en su primera visita a Ceuta?

Una obra que me interesó mucho porque parte de un hecho que pudo ser real, y a partir de ahí se desarrolla una peripecia dramática en la que se manejan datos reales pero con la libertad de una trama de ficción.

¿Cómo se aborda a Picasso teniendo en cuenta su temperamento?

Me baso en lo que ha escrito Jeffrey Hatcher, quien ha presentado todo lo complejo de un personaje como Pablo Picasso, porque trata sus contradicciones, sus bajadas a los infiernos, y sus grandezas y miserias.

¿Con qué se queda de Picasso?

Me quedo con su genio y su inmenso talento. Como ser humano tenía sus más y sus menos pero me da la impresión de que un genio de esa naturaleza era muy difícil de encajar o reducir en una escala humana como somos los demás.

¿Tiene usted ese genio o tiene que actuar mucho para llegar a interpretar a Picasso?

Como te decía antes, al ser una trama de ficción no se trata de hacer un día en la vida de Picasso, no hay biografía. Yo reproduzco un carácter y un temperamento y no trato de hacer una imitación de la figura de Picasso, porque físicamente nos parecemos muy poco.

La obra está ambientada en el París ocupado, es una época muy dura pero Picasso vive razonablemente bien. Además, es un mujeriego confeso. ¿Cómo se combate la antipatía del protagonista?

Razonablemente, sí (risas). Parece que le consentían al hombre. Él sufría las consecuencias de la ocupación pero le dejaron en paz. Más que mujeriego era un apasionado del misterio de lo femenino.

Dejando a un lado la obra. ¿Dónde se encuentra usted más cómodo, en el cine o en el teatro?

Me siento cómodo con un buen personaje y con una buena historia. El medio es lo de menos. Está claro que para hacer una chorrada en cine prefiero hacer una buena obra de teatro, y para hacer una chorrada en el teatro prefiero hacer una buena serie de televisión. Para mí, la comodidad está en el personaje o en la historia.

¿Es necesario para un actor que le conozcan de la televisión para que vayan a verle al teatro?

Lo que sí es conveniente es que la gente tenga una referencia de quién eres para que acuda, pero puede ser de un historial de teatro, de televisión o de cine. Suele haber más garantía de asistencia si tienes un nombre, pero no es necesario. La televisión es un arma de doble filo porque da una publicidad o popularidad un tanto escurridiza.

¿Cree que existe una competencia entre televisión y teatro?

Son medios distintos. El teatro tiene su territorio que es mucho más reducido de la televisión, pero cada uno tiene su propia naturaleza.

¿Cómo ve el futuro del teatro en España?

Se mantendrá. Creo que va a haber siempre un número de personas interesadas en recuperar el hecho vivo que es el teatro, ya que lo que lo hace grande es que es irrepetible porque lo que ocurre un día no sucede antes o después. Permanecerá siempre y cuando exista el ciudado, la atención y el interés de los responsables y programadores, porque como negocio, el teatro privado prácticamente ha desaparecido exceptuando las grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

¿Se podría fomentar el interés de la gente joven por el teatro?

No tendría sentido. Hay otros medios de entretenimiento y unas opciones de cultura y ocio que hacen que la vida sea muy distinta. Lo interesante es que siga manteniéndose una política que permita que la gente siga teniendo contacto o noticia de que el teatro existe.

¿Y cómo ve la televisión?

La televisión es como todo, hay cosas formidables y cosas que son una miseria, pero yo no soy, en absoluto, de los que despotrican o reniegan.

¿Dónde está el futuro de José Sacristán en el mundo del arte?

En mi casa con mis amigos, tal como ha hecho Alfredo Landa. No digo de jubilarme pero cada vez siento más la necesidad de quedarme en casa que andar por ahí sin parar.

Le veo un poco cansado...

Cansado no pero se van perdiendo ya energías e ilusiones y afortunadamente ahora puedo elegir y hacer lo que siempre me ha apasionado. Me encanta hacer el personaje que me gusta pero, lógicamente pasa el tiempo y no se puede hacer nada ya que son 50 años currando de un lado para otro.

¿Qué tipo de personaje le gusta interpretar?

Generalmente los que tienen mucho que decir.

En este caso, Picasso tiene mucho que decir...

Muchísimo. Tiene mucho que decir sobre la vida, el amor , la dificultad de separar la obra de la persona, la mirada sobre un tiempo determinado, las opiniones que le merece el poder, la política...

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