‘Tecnofashion’...

... vs. ‘tecnosexual’: Si el segundo término se refiere a un metrosexual portando un aparato con estilo, el primero se restringe a personas con capacidad económica para adquirir complementos de firmas de moda para sus aparatos. Aunque la separación no está muy clara. Según Floriane de Saint Pierre, cool-hunter (caza-tendencias) parisina, «la misma persona que puede comprar, por ejemplo, un iPod, puede adquirir artículos de lujo». Si a esto le unimos que, según un reciente estudio, los hombres compran más accesorios tecnológicos fashion que las mujeres (más volcadas en la seguridad y las prestaciones), las casas de moda pueden haber dado con un filón.

El ‘caso ipod’

Vestir un icono: Hasta la llegada del reproductor de Apple, todos los intentos por sacar un aparato estéticamente rompedor habían sido infructuosos. Con el iPod convertido ya en icono, grandes como Gucci, Dior, Chanel o Coach se han apresurado a vestirlo con fundas que rara vez bajan de los 200 euros. Con los teléfonos móviles pasa lo contrario: si no puedes convertirlos en moda, ficha a un maestro de la moda para diseñarlos. Así, gurús de los patrones como Diane von Furstenberg, Anna Sui o Vivienne Westwood están en nómina de Siemens o Motorola para decorar terminales que lleven su firma.

Marcas ‘premium’

Sólo para ricos: La última vuelta de tuerca es fabricar directamente aparatos para ricos, tengan o no sentido estético. Vertu, subdivisión de lujo de Nokia, vende terminales por 6.000 euros hechos a mano con metales y piedras preciosas. Incluso Sony, el mayor fabricante mundial de tecnología, acaba de sacar Qualia, marca que sólo fabricará bajo pedido. Sus primeros productos son un proyector de alta definición a 17.370 euros y una cámara digital que cabe en un bolsillo por 2.750 euros.

Cinco ‘must’: si te sobra el dinero

Nokia 7270 Versace. Una edición limitada de 727 unidades a un precio de 799 euros. No tiene nada nuevo que el modelo de serie no lleve, salvo la funda y la correa. Eso, y que viene en una caja muy cuca. Donatella Versace lo ha decorado con motivos negros y amarillos de estilo art decó 1920.

Cámara digital customizada con cristales Swarovski de NYC Peach. Esta casa americana se encarga de llenar de pedrería fina los gadgets de los más pudientes. La famosa Sidekick (teléfono + PDA) que perdió Paris Hilton con los números de sus amigos famosos había sido decorada en esta casa por 700 euros. ‘Cristalizar’ una cámara digital vale un mínimo de 400 euros.

Ratón Louis Vuitton. Por si suena la flauta. El ratón cuesta 250 euros, no es inalámbrico y ni siquiera tiene rueda de scroll. Eso sí, el monograma característico de la casa es bien visible, aunque se tape con la mano cada vez que se utiliza.

Siemens CL75 con perfume Roja Dove y correa de Scada. Un teléfono desarrollado a partir del concepto de elegancia y destinado al mundo femenino. Con líneas curvas y motivos florales, es el primer móvil que viene con un perfume homónimo, desarrollado por Roja Dove. Todo por 600 euros.

La firma alemana Scada también lleva tiempo desarrollando correas de perlas para móviles. La versión del SL65 Scada, con diamantes incrustados, vale 700 euros.

Maletín para iPods de Fendi. Este bolso italiano ha sido diseñado por Karl Lagerfeld utilizando como inspiración su colección de 40 iPods que se lleva a todas partes. Está hecho en cuero semitransparente y cuesta la friolera de 1.250 euros. Eso sí, que un multimillonario necesite un maletón para pasear sus cacharros, no quiere decir que el resto de los mortales también lo necesite.