De este modo, Cantabria es la cuarta región del país en la que el requisito de experiencia profesional se registra en menor proporción. La media estatal es del 79,6 por ciento.

Más de 4 de cada 1o ofertas de empleo en Cantabria exige una experiencia superior a los 3 años: el 24,9% busca candidatos que hayan trabajado con anterioridad entre 3 y 5 años y el 18,4% requiere que lo hayan hecho durante más de 5 años.

En concreto, del total de ofertas en Cantabria, el 27,5 por ciento no exige experiencia laboral; el 0,55 por ciento pide un año; el 8 por ciento reclama entre uno y dos años; el 20,5 por ciento, entre dos y tres años; el 24,9 por ciento, entre tres y cinco años; y el 18,3 por ciento, más de cinco años.

A nivel nacional, la mitad de las ofertas de empleo demandan a los candidatos una experiencia laboral de más de tres años. En concreto, en el 27,2 por ciento de las ofertas analizadas se reclamaba una experiencia de entre tres y cinco años mientras que el 19,3 por ciento se pedían más de cinco años de experiencia.

En el informe se destaca que ocho de cada diez ofertas publicadas en el último año hacen referencia a la experiencia laboral, una proporción que hace un año era del 75 por ciento. La experiencia media que demandan las empresas es de 3,4 años, también superior al año anterior (3,3 años).

Cuanto mayor es la responsabilidad del puesto de trabajo, mayor es la experiencia que requieren las empresas. Así, según el informe, para optar a un puesto directivo la experiencia previa demandada es de seis años; para los mandos intermedios, de cinco años; para los técnicos, de tres años, y para los empleados, de 2,3 años.

El sector que da una mayor importancia a la experiencia laboral previa es el de enseñanza, donde un 87,1 por ciento de las ofertas hace referencia a este requisito. No obstante, también es el sector donde la experiencia media requerida es menor (2,4 años).

El sector sanitario, en cambio, es el que menor importancia otorga a la experiencia, pues ésta sólo se menciona en un 46,8 por ciento de las ofertas, mientras que la actividad de recursos energéticos es la que pide, de media, una mayor experiencia a sus candidatos (casi cuatro años).