«En la época navideña, por ejemplo, los precios del marisco y de ciertos tipos de pescado, como el besugo o las angulas se disparan», reconocen en las cofradías. Por ello, con lo que se gana en esa época hay que ir tirando el resto del año.

Los pescadores ganan lo mismo en la lonja que hace diez años. Sin embargo, sus costes, como los de la cesta de la compra en general, «no han parado de crecer», dicen. Desde la Federación de Cofradías de Asturias creen que «tendrán que repercutir estos gastos al cliente final». Prevén por ello que tarde o temprano subirán los precios de la merluza, el bacalao y el marisco por lo menos un 20%, para que salir a la mar «siga siendo un negocio viable».

Tal como indica Dimas García, «el gasoil, por ejemplo, no ha dejado de subir y se ha puesto este año a 50 céntimos de euro el litro». Para un barco pequeño es un gasto más, pero para una embarcación grande, con un alto consumo, según dice, «puede suponer un gasto inasumible».

Varias son las causas que explican el estancamiento de los precios durante tanto tiempo. Por un lado está la pesca que llega de caladeros de fuera de España: pescado y marisco de menor calidad pero con un precio bastante más reducido.