El presidente del Barça, Joan Laporta, volvió a tener una salida de tono el pasado lunes en plena calle y ante muchos testigos cuando después de abroncar a su chófer le hizo bajarse del coche y se puso al volante, según informa la página web de La Vanguardia. Sucedió

Con el semáforo en rojo abandonó la parte trasera del vehículo, una gran berlina, gritando y dando un sonoro portazo ante la mirada atónita de los transeúntes.

A continuación, según relata el rotativo barcelonés, se dirigió a su chófer y al grito de "¡fuera de aquí!, ¡fuera!", obligó al conductor a bajarse del vehículo.

Cuando el semáforo se puso en verde, arrancó acelerando bruscamente ante la mirada de los testigos, seguramente aficionados culés alucinados por la imagen de su presidente.

Precedentes

No es la primera vez que Joan Laporta pierde los papeles en un lugar público. Hace unos meses se bajó los pantalones en el aeropuerto de El Prat ante muchos testigos, entre ellos un periodista del ABC que relató luego lo sucedido en su periódico.

El policía que controlaba el detector de metales hizo pasar en varias ocasiones a Laporta por esta zona y al final, el presidente azulgrana decidió quedarse en calzonzillos a la vez que increpaba al agente, que sólo cumplía con su deber.