A las puertas del establecimiento, el portavoz de Ciudadanos, acompañado de trabajadores de la confitería, ha recordado que hace ya más de un año, en abril de 2017, el gobierno del socialista Juan Espadas tomó "medidas desproporcionadas, tratando a los hosteleros como si fueran delincuentes, sin descender al caso específico ni tener en cuenta la pérdida de empleos". "Lo primero era hacer cumplir las ordenanzas y no hacer pagar a justos por pecadores", advierte.

Millán ha indicado que la ciudad de Sevilla "se movilizó para apoyar a estos establecimientos que son parte de nuestra historia", por lo que "hace ya un año el Pleno de la ciudad aprobó que se modificara la ordenanza reguladora de terrazas de veladores, con objeto de poder otorgar la concesión de licencia a los establecimientos de reconocido carácter tradicional".

Ante esta situación, Millán ha anunciado que su formación llevará una pregunta al Pleno de este viernes para conocer qué ha hecho el gobierno al respecto, si ha iniciado los trámites oportunos para cumplir con lo acordado y qué calendario de actuaciones tiene previsto para unos comercios que "en algunos casos no pueden esperar más".

Así, ha pedido que el gobierno saque adelante esta modificación "cuanto antes para evitar la pérdida de comercios tradicionales que son emblemas de Sevilla y que están viéndose gravemente perjudicados", mientras en otras capitales europeas, como Florencia, "se hace una defensa férrea de este tipo de establecimientos para mantener la identidad y la personalidad de la ciudad".

Desde Ciudadanos, se reitera "la necesidad de defender a los establecimientos que nos distinguen y forman parte de nuestro patrimonio histórico y cultural", señalando que, además, "representan un reclamo y una percha importante para atraer a ese turismo de calidad del que tanto se habla".

Por todo ello, Millán ha insistido en la importancia de que se actúe ante estos casos "especiales, teniendo en cuenta la pérdida de empleos y si realmente suponen un problema para los vecinos y ciudadanos, algo que no ocurre en casos como la confitería 'La Campana'", una empresa "centenaria, que ha mantenido su estética regionalista y que genera empleos estables en la ciudad, con 40 trabajadores fijos con una medida de edad de 50 años, que ven peligrar su empleo".