Las buenas prácticas demográficas para fijar población, sobre todo en el medio rural, y generar actividad económica "parten de abajo arriba, desde la experiencia vital de personas muy concretas", ha recordado este viernes el consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, durante la celebración de un encuentro en el que se han puesto como ejemplo cuatro casos prácticos de iniciativas empresariales.

El tercer encuentro sobre 'Buenas prácticas demográficas' ha tenido por escenario la sede de la Delegación Territorial de la Junta en Valladolid, donde el consejero, en declaraciones recogidas por Europa Press, se ha felicitado por el espíritu emprendedor de ciudadanos que "aportan su experiencia vital" y ponen solución a los grandes retos demográficos. "¡Ojalá hubiera otras muchas iniciativas de este tipo para que Castilla y León tenga un futuro demográfico mucho mejor que hasta ahora!", ha enfatizado Fernández Carriedo.

La experiencia de intercambio generacional entre una septuagenaria y una joven universitaria de 21 años que comparten piso en León, el comercio de comestibles abierto por otra joven en Villanueva de los Infantes (Valladolid), la cooperativa que un ingeniero de Montes está a punto de poner en marcha en Aldeamayor de San Martín (Valladolid) o la empresa de desarrollo personal montada en Burgos por una universitaria, tras pasar por Reino Unido y EE.UU, son un ejemplo de estas iniciativas positivas que la Junta pretende difundir de acuerdo con el mandato del Consejo de Políticas Demográficas.

En el caso de Alba y Nila, de 21 y 73 años, inmersa la primera en un programa de intercambio generacional de la Universidad de León, las dos coinciden en que compartir la vivienda de la segunda en la capital leonesa ha sido todo un acierto y ha contribuido al enriquecimiento personal de ambas.

"A parte de ahorrarme dinero, convivo con Nila, con la que encajé bien desde el principio, y me aporta muchas cosas positivas", explica la joven, mientras que su compañera de piso asiente con una sonrisa y recuerda que la universitaria le transmite "mucha energía", algo que necesitaba después de que enviudara y se quedara sola tras la marcha de sus hijas. "Me tiene que esperar para comer, ya que suelo llegar más tarde porque tengo muchas actividades", asevera con humor.

No menos positiva ha resultado para Mónica García la puesta en marcha en Burgos de su empresa 'Factor Humano', un centro de desarrollo personal en el que esta burgalesa formada en la Universidad de Valladolid aplica no sólo la formación obtenida en la UVA sino también su experiencia profesional adquirida en Reino Unido y en Silicon Valley, en EE.UU.

LIMITACIONES AUTOIMPUESTAS

Allí, como así indica, aprendió una máxima que guía desde entonces su vida: "Mi descubrimiento es que el talento está dentro de nosotros y que una de las cosas que hacemos los seres humanos es limitarnos con lo que pensamos de nosotros mismos, de nuestra ciudad y nuestra región. Me he dado cuenta de que las limitaciones las podemos eliminar", explica Mónica, que ha predicado con el ejemplo al retornar a su Burgos natal para poner en marcha su propia empresa.

"Si tenemos alguna idea cercana a nuestro corazón es preciso desarrollarla aquí en nuestra casa, donde nos formamos", defiende esta empresaria de base tecnológica.

De la misma opinión es José Gallegos, un ingeniero de montes que desarrolló buena parte de su actividad profesional construyendo autovías y carreteras en Portugal y Andalucía y que en 2010-2011, por motivos personales, se vio en el "dique seco" y tuvo que reinventarse primero

motosierra en mano en el monte y ahora impulsando una cooperativa forestal con sede en Aldeamayor de San Martín, sobre todo, como así destaca, "para aprovechar el increíble potencial de este sector en Castilla y León".

Otra experiencia empresarial puesta en marcha en la provincia se circunscribe a Villanueva de los Infantes, donde la joven Vanessa, propietaria de un bar, ha montado un comercio de comestibles anexo que permite abastecer a toda la población de productos de primera necesidad.