El gijonés acusado de apalear a un gato abandonado en su propio domicilio se declaró inocente en el juicio celebrado ayer. Según dijo, el animal se produjo las heridas porque le cayeron encima varios utensilios que había en la habitación donde estaba. Los hechos ocurrieron el pasado 8 de marzo. Según la Fiscalía, el acusado intentó echar a los dos gatos que habían sido abandonados en su piso por los anteriores inquilinos. A uno de ellos lo metió en un saco y al otro, como no se dejaba atrapar, le golpeó con un bastón violentamente.