Después de 18 meses de "tensas" negociaciones sin acuerdos, de años de recortes en las condiciones de trabajo, y después de que Abertis, de forma "unilateral", haya dado por finalizada la negociación, la representación de CCOO en esta multinacional ha convocado huelga en forma de paros parciales, todos los fines de semana desde el 11 de mayo hasta el 24 de junio, según ha indicado el sindicato a través de un comunicado remitido a Europa Press.

En Castilla y León, los tramos de autopistas afectados serán la AP-6 Villalba-Adanero; AP-51 Villacastín-Ávila y AP-61 San Rafael-Segovia. Los viernes el paro se realizará de 18.00 a 20.00 horas; los sábados, de 12.00 a 14.00 horas y los domingos, de 19.00 a 21.00 horas, y de 22.00 a 00.00 horas.

CCOO reclama, con estos paros, una cláusula de ocupación que permita a las trabajadoras "afrontar con garantías" los finales de las concesiones y la reconversión del sector, incrementos salariales acordes a la recuperación económica y al volumen de beneficios de la empresa, la reducción de la flexibilidad y la mejora de la conciliación personal, familiar y laboral, así como la reversión de esfuerzos realizados por el personal en los años de crisis.

Sin embargo el sindicato ha aclarado que no es su "voluntad" que esta convocatoria de huelga afecte a la movilidad de la ciudadanía, por lo que se ha solicitado a las administraciones competentes el levantamiento de las barreras de peaje durante las horas de huelga. El cobro del peaje no es, en ningún caso, un servicio esencial para la ciudadanía y se debe salvaguardar tanto el derecho al ejercicio de huelga de la plantilla, como el derecho fundamental a la movilidad de las personas, ha agregado CCOO.

Las mismas fuentes han señalado que los paros pretenden acabar los recortes de más de un 30 por ciento en las plantillas en los últimos años, lo que ha provocado un modelo de servicio basado en la subcontratación, la flexibilidad de sus plantillas y el contrato a tiempo parcial involuntario para una parte importante de las trabajadoras y trabajadores. Todo ello "redunda" en perjuicio de las condiciones de trabajo, de la conciliación personal, familiar y laboral, y del servicio prestado a la ciudadanía.

CCOO considera que los "generosos" beneficios obtenidos por las empresas concesionarias no pueden seguir traduciéndose en recortes para la plantilla ni en "regatear" el salario vinculado a beneficios que les corresponde a la vez que reparten "bonus millonarios" entre sus directivos.

Para el sindicato tampoco es de recibo el "silencio" de las administraciones ante las empresas de autopistas en relación a las condiciones de sus trabajadores, al nivel de servicio a la ciudadanía, al futuro de las concesiones que vencen en los próximos años, y en la determinación de un modelo de gestión de las vías de alta capacidad, que garantice focos de empleo estable.