La falta de personal deja a los valencianos sin bibliotecas los sábados

  • Cultura clausura por las mañanas las tres más visitadas de la Comunitat ante la falta de dinero.
  • Mientras, las universitarias abren 24 h por exámenes.
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Estudiantes hincando los codos en la biblioteca remozada de Bancaja.
Estudiantes hincando los codos en la biblioteca remozada de Bancaja.
Estudiantes hincando los codos en la biblioteca remozada de Bancaja.
Sin recursos para la lectura. La Conselleria de Cultura ha decidido cerrar los sábados por las mañanas las tres principales bibliotecas de las capitales de provincia por un conflicto con sus trabajadores. Éstos
se negaban a hacer más horas, y, como no contrataron más personal, ha optado por
abrir únicamente de lunes a viernes.

En Valencia, las más de 1.600 personas que visitan cada día la biblioteca del Hospital se la encuentran cerrada los sábados «desde hace unos seis meses», explican empleados del centro. Fuentes de la Conselleria de Cultura añaden que el horario actual se puso para no cerrar a mediodía entre semana, aunque reconocen que la solución pasa por ampliar plantilla. Sin embargo, indican que la decisión «depende de la Conselleria de Hacienda».

Mientras, las bibliotecas de las universidades (UV, CEU...) abren sus puertas 24 horas por el periodo de exámenes de estas semanas.

Por si este cierre fuera poco, la Generalitat perdió el año pasado dos millones para dotar de libros a las bibliotecas públicas, la misma cantidad que tenía que poner el Ministerio, al incumplir el acuerdo estatal.

Estudian con la última tecnología

El Centro Cultural Bancaja ha renovado su aula de estudios. Llega la época de exámenes y los estudiantes se encierran en las bibliotecas para poder concentrarse y estudiar lo máximo posible.

Ahora, además, cuentan de nuevo con la sala de estudio del Centro Cultural Bancaja, que tras estar cerrada desde 2005 por obras, el viernes abrió de nuevo sus puertas. Estará abierta las 24 horas al día hasta el próximo 15 de febrero.

Han renovado todo el mobiliario, tanto las sillas y mesas, como los puntos de luz. La sala de estudio también dispone de soporte wi-fi, para que cualquier persona pueda llevarse su portátil y conectarse a Internet de forma gratuita.

Más plazas y espacio

Con la reforma llevada a cabo, ha aumentado el número de plazas, que ha pasado de 146 a 166. Para Estefanía Moyá, estudiante de Medicina, el cambio ha sido para mejor: «Venir a estudiar aquí es un lujo, hay mucha luz, no se oye ni un alma y el espacio que tenemos para trabajar es muy amplio en comparación con otras bibliotecas».

Desde las ocho de la mañana a las 15 horas de ayer fueron a estudiar «unas setenta personas», según explicó a 20 minutos el personal de la sala, que espera que se llene a partir de ahora. Desde el 16 de febrero, el horario será de 9 a 22 h.

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