La construcción del nuevo Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Escultor César Molina Megías en la localidad de Churriana de la Vega, en Granada, ha sido promovida por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación, incluida en el Plan de Inversiones en Infraestructuras Educativas para el periodo 2016-2017 y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Las obras han supuesto la creación de un nuevo colegio de tipología C2 con capacidad para albergar a 450 escolares, es decir, dotado de dos unidades por cada nivel de infantil y primaria.

"Es el sitio ideal, repleto de nuevas viviendas con familias jóvenes con niños pequeños", señala José Miguel Megías, director del CEIP. La implicación de las familias en estos comienzos es esencial, "nos han apoyado en todas las iniciativas que hemos propuesto para mejorar la educación de sus hijos", señala el director del CEIP, "donando ejemplares a la biblioteca, mobiliario o participando activamente en actividades extra escolares".

El CEIP, que se compone de dos edificios, cuenta con un gran aulario de dos plantas de altura que alberga dos áreas diferenciadas para el alumnado de Infantil y Primaria, así como un gimnasio dotado de vestuarios en un edificio anexo. El recinto escolar se complementa con grandes espacios exteriores compuestos por zonas ajardinadas y pistas deportivas, además de un huerto que también sirve como complemento pedagógico.

El colegio dispone de más de 3.300 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 8.100 metros. La construcción cuenta, en la zona docente, con un total de seis aulas de Infantil con aseos integrados, 12 aulas de Primaria, cinco aulas de pequeño grupo, aula de Educación Especial, biblioteca y sala de recursos. Asimismo, el edificio alberga un comedor con office, almacén general y cuarto de limpieza.

Actualmente, el CEIP Escultor César Molina Megías tiene más de 350 alumnos y alumnas y ostenta la categoría de centro bilingüe. "El centro ya dispone de dos líneas por cada nivel educativo, salvo en Tercero y Quinto de Primaria, donde sólo existe una unidad y en Sexto, donde aún no nos hemos iniciado", matiza Megías. Para el curso 2018-2019, el centro contará con aproximadamente 450 alumnos y un claustro conformado por 24 maestros.

Aunque se trata de un centro de tipología C2, los espacios se han diseñado contemplando la posibilidad de una ampliación a C3 en el futuro, es decir, podría dotarse de una línea más hasta alcanzar las 675 plazas. Pero no sólo es nuevo el centro a nivel arquitectónico. "Queremos dar un nuevo enfoque a la pedagogía, queremos implicar a toda la comunidad educativa, familias por encima de todo, potenciando la creatividad y la curiosidad entre el alumnado", afirma José Miguel quien se sorprende de la respuesta de los padres de los alumnos ante la "falta de deberes".

Se trabaja por proyecto, aparcando el libro de texto y adaptando el ritmo educativo a las necesidades individuales de cada alumno. Aunque el objetivo final es ilusionante, también es costoso pues no todos los componentes del claustro disponen de la experiencia práctica implantando este nuevo sistema. Gracias a la formación, los docentes consiguen que el nuevo sistema pedagógico surta efecto real en los resultados que se obtienen de los alumnos. "Las familias están muy contentas, aunque algunos padres querrían que sus hijos les preguntaran menos, sobre todo, de determinados temas", resume entre risas, José Miguel.

El CEIP dispone de un Plan de Apertura de Centro que facilita la conciliación familiar y la vida educativa. El plan contempla el funcionamiento de un aula matinal -del que se benefician más de 100 alumnos-, el servicio de comedor en el que almuerzan casi 150 alumnos y un variado catálogo de actividades extraescolares: cocina creativa, baile, pintura, informática, idiomas, teatro, actividades deportivas, etc.

"Sin duda, la aportación de Europa, en este caso a través del FEDER, en cuestiones como la Educación Pública es primordial. Contamos con un nuevo centro donde desarrollar un servicio público de calidad, con un entorno muy comprometido con el colegio y un alumnado que responde a nuestras metodologías", comenta José Miguel.

El nombre del nuevo CEIP de Churriana de la Vega (Granada) es un homenaje al escultor nacido en dicha localidad, César Molina Megías. Prematuramente desaparecido en 2014, con 38 años, César Molina fue un artista plástico que plasmó en sus obras un estilo reciclado, usando de forma lúdica materias primas como el metal para enriquecer sus obras en el aspecto social. Sus creaciones son muy conocidas en la provincia de Granada y, por supuesto, en su localidad natal, Churriana de la Vega.