Los primeros resultados indican que, en una etapa más avanzada del estudio, las estructuras podrían servir para fabricar vello que actúe en el oído interno de los mamíferos.
«Su tamaño pequeño y su ínfimo consumo de energía hacen que sea excelente para aplicarlo en grandes redes sensoriales», según han determinado los expertos de la Universidad de Twente, en Holanda.
Además, los análisis reflejan que las terminaciones capilares de los grillos, llamadas cerci, son capaces de detectar vibraciones tan pequeñas como las provocadas por el aleteo de una avispa o las del ataque de una araña, entre otros movimientos.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios