Pro Derechos Humanos escenifica con un entierro la falta de construcción de vivienda social en la capital.

No es para tomárselo a cachondeo. Se trata de un problema serio y, por lo tanto, ha de ser tratado con la máxima gravedad. Por eso, la mejor forma para denunciar la política de vivienda social en la capital cordobesa ha sido mediante el entierro de todas las VPO prometidas y que murieron antes de nacer. Eso es lo que han pensado los integrantes de la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH) en Córdoba, quienes recorrieron ayer en cortejo fúnebre las calles cordobesas.

En sus hombros portaban un ataúd que «representa a la política de vivienda social muerta en nuestra ciudad», según informa la citada ONG. En un comunicado, APDH denuncia públicamente «la gravísima vulneración del derecho fundamental de la vivienda, de los más necesitados de nuestra ciudad».

Las melodías de un saxo, a la cabeza del cortejo, y las plañideras con sus velas e inciensos sirvieron para denunciar que el Ayuntamiento lleva sin sortear una vivienda de protección oficial desde 2004. Este año se espera acabar con la sequía sacando al mercado 111 VPO en régimen de alquiler.