Año nuevo, vida nueva es lo que apunta el dicho popular. Sin embargo, no se ha cumplido en el caso del río Guadaíra, víctima nuevamente de un vertido tóxico, según denuncia la sociedad ecologista Alwadi-ira.

Este «regalo de Reyes» especial, como ha sido calificado por la asociación, se detectó en la víspera del día 5 de enero.

Aunque José Morales, portavoz de Alwadi-ira, asegura que se desconoce el origen del mismo, su organización señala a la industria aceitunera como la causante. «Igual que en anteriores ocasiones, aprovechan las lluvias para desprenderse de los residuos», afirma.

Los restos del vertido aún podían verse ayer en el río, a su paso por Alcalá de Guadaíra.

La sociedad ecologista mantiene que Morón de la Frontera sigue vertiendo sus aguas residuales al Guadaíra y que en Arahal «aún están pendientes de construcción» el 25% de sus colectores.

Además, afirma que en los de Alcalá, Mairena y El Viso del Alcor «siguen existiendo fugas».

Morón, sin competencias

En febrero del año pasado, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) retiró las competencias sobre depuración y vertidos al Ayuntamiento de Morón debido a los vertidos realizados directamente por las industrias aceituneras al sistema de alcantarillado, que llegaron al río.

Aunque las recuperó en abril, el municipio fue sancionado de nuevo en diciembre por el Gobierno central a pagar más de 600.000 euros de multa.