Se trata, según se ha informado en un comunicado, de una ejecución subsidiaria que se va a llevar a cabo una vez realizados los procedimientos administrativos requeridos al propietario de dicho inmueble según establece la ley.

La decisión de demolición se deriva del informe técnico municipal en el que se expone que el muro de fachada "presenta un abombamiento muy acusado a la altura del forjado de la planta primera, lo que muestra la posibilidad cierta de un colapso inmediato con afección a la anchura de la calle".

El informe, establece que, para garantizar la seguridad, "no basta solo con el vallado puesto que no se encuentra fijado al suelo y, por tanto, se puede mover por los transeúntes con facilidad".

Por este motivo ha asegurado que se procederá a este derrumbe "una vez que se desaloje la vivienda afectada y las viviendas colindantes para garantizar en todo momento la seguridad de los vecinos afectados de esta calle".

Asimismo, se recuerda que a través de una resolución de la Gerencia Municipal de Urbanismo con fecha de 11 de julio de 2016, el Ayuntamiento ya propuso medidas cautelares de desalojo y precinto de la vivienda, así como el vallado y acotado de la vía pública a lo largo de toda la longitud de la fachada del edificio, dejando libre tan solo un paso de 80 centímetros de anchura entre el vallado y el edificio situado en frente.

"El Ayuntamiento ha llevado a cabo de forma inmediata todas las recomendaciones y actuaciones que se han propuesto en todo momento desde los servicios técnicos municipales", dice el comunicado.