Ochenta policías nacionales en prácticas estarán en la provincia hasta septiembre. José Enrique O. M., uno de ellos, se enfrenta a sus primeros días en la calle.

¿Cómo decidió ser policía?

Estando en el instituto, pero quería tener una carrera. Estudié Historia del Arte y, en vista de la salida que tiene, comencé a prepararme para ser policía. Un policía historiador... Sí que hay pocos. Suelen ser de Derecho, Ciencias, Biología, Empresariales...

¿Qué supone salir a la calle como agente en prácticas?

Es una experiencia nueva, gratificante. Se sale con la incertidumbre de lo que te vas a encontrar, pero con la seguridad que te da el compañero. Vamos siempre acompañando a un agente.

¿Y la relación con ellos?

Muy buena. Se amoldan a uno, nos guían y ayudan.

¿Impone llevar un arma?

Durante la formación te conciencian sobre su uso y manejo, lo que da seguridad. Pero un arma es un peligro y se le tiene cierto temor y respeto. Lo que pasa es que en España su uso no es muy común. Hay agentes que llevan años y nunca la han usado.

¿Qué es lo que más le ha gustado de la formación?

Sin entrar en el aspecto público, que ahora empezamos con las prácticas, el compañerismo. La convivencia en la academia ha sido muy grata.

¿Y lo que menos?

El desconocimiento a lo que nunca se ha hecho, la inseguridad que sienten algunos al salir a la calle. No se sabe lo que te vas a encontrar.

¿Qué espera de su nueva profesión?

Lograr transmitir seguridad a las personas.